Hacia el embalse de Entrepeñas (Guadalajara)

Bordeando uno de los cerros de Alcalá de Henares,   Monte Gurugú,  conocido fundamentalmente por la explosión accidental ocurrida el 6 de septiembre de 1947  que destrozó el polvorín militar que se situaba junto al mismo, nos dirigimos hacia el Castillo de Pioz atravesando las localidades de Villalbilla, Corpa,  Pezuela de la Torre, etc. 

Aunque la villa se cree que fue fundada entre los siglos XI y XII no es hasta el siglo XV cuando aparece como una de las aldeas que Juan II de Castilla entrega como dote a su hermana la infanta Catalina para su matrimonio con el Infante Enrique de Aragón. Tras varias revueltas la aldea vuelve a manos del rey quien cede los terrenos a Pedro González de Mendoza, cardenal de España y canciller de los Reyes Católicos. 

El cardenal mandó construir el castillo en la llanura de la meseta de la Alcarria baja. La antigua fortaleza, hoy abandonada,  conserva un montón de restos de la época en la que se puede ver que el castillo fue realizado a  modo de defensa, aunque tiene un gran parecido a los castillos  residenciales medievales italianos.

El recinto interior es de planta cuadrada, con altos muros lisos y amplios ventanales en el piso inferior. Mantiene el foso y la puerta principal donde tuvo acceso un puente levadizo. Caminando hacia el este, encontraremos la puerta del recinto interior, dispuesta en zigzag respecto a la entrada principal, dificultando así el asalto. Desde aquí puede divisarse la gran torre del homenaje, el patio de armas, las troneras de los garitones de la barbacana y un montón de elementos juntos de la época, que no son fáciles de encontrar en un mismo lugar. En las esquinas del castillo se alzan fuertes torreones de planta cilíndrica, rematados en leve moldura sobre la que muy posiblemente en su momento inicial se alzaban almenas, pero que hoy  no queda rastro de ellas. 

Proseguimos hacia Nuevo Baztan localidad fundada por Juan de Goyeneche y Gastón a principios del siglo XVIII y que fue un auténtico proyecto urbanístico industrial, por la que se creó junto a las industrias un complejo residencial con plazas, palacios, casas para los trabajadores, etc. A pocos kilómetros se encuentra el conocido “pueblo de los pintores”, Olmeda de las Fuentes,  precioso pueblo de calles estrechas y casas encaladas, donde en los años sesenta se instalaron un grupo de artistas plásticos convirtiendo a este lugar en su centro de inspiración, manteniéndose hoy las casas en las que vivieron y establecieron sus estudios.

Pasando por Escopete se llega a la villa ducal de Pastrana, declarada conjunto histórico artístico en 1966. La bonita ciudad renacentista cuenta con un gran número de monumentos arquitectónicos tales El Palacio Ducal,  residencia de la princesa de Éboli, donde se conservan en su interior  los maravillosos artesonados de madera y los zócalos de azulejería toledana que decoran varias estancias. La Colegiata que fue levantada en el siglo XIV como Iglesia Parroquial de la Villa Calatrava y en su interior alberga un museo donde se encuentra la serie de tapices gótico flamencos más importante del mundo de finales del siglo XV. El Arco de San Francisco, que es un resto de la muralla medieval, los Conventos de Santa Teresa, la Casa de Leandro Fernández de Mortatín, la plaza de toros más antigua de la provincia de Guadalajara, etc. 

“Pastrana es una ciudad con calles de nombres hermosos, llenos de
sugerencias: calle de las Damas, del Toro, de las Chimeneas, calle de
Santa María, del Altozano, del Regachal, calle del Higueral, del
Heruelo, de Moratín” C.J. Cela

Nuestro recorrido nos va acercando al Embalse de Entrepeñas, que junto con los embalses de Buendía, Bolarque, Zorita, Almoguera y Estremera forman el llamado “Mar de Castilla”. Con más de 3.000 hectáreas se sitúa en la Alcarria Baja de Guadalajara, en el cauce del río Tajo.

Siguiendo la carretera CM-2009 y antes de llegar a Sacedón hay un desvío que lleva a través de un puente romano a los miradores de El Castillejo y el de la Presa del embalse.  El bonito ascenso se produce por una antigua carretera que va incrustada en la misma roca.

Continuamos hacia Sacedón para comer en el bar España ubicado en la misma plaza, donde siempre hay un buen ambiente motero. Si se quiere ver alguno de sus monumentos, destacaría la Iglesia Parroquial de Nª Sª de la Asunción con bonita fachada renacentista y la Ermita  de la Santa Cara de Dios del siglo XVIII. 

En las proximidades de la localidad, en Córcoles, se encuentra el conjunto monástico cisterciense de Santa María de Monsalud, fundado por el rey Alfonso VIII a finales del siglo XII.  
La Orden del Císter surge en Francia en el siglo XI en un intento de reforma monástica que buscaba el distanciamiento con la vida opulenta de los monjes benedictinos de Cluny. El monasterio, aunque actualmente sólo quedan las ruinas del mismo, conserva aún gran parte del conjunto, fundamentalmente, la iglesia de tres naves y la sala capitular dividida en seis espacios abovedados con crecería que se apoyan en columnas rematados por capiteles góticos. También se puede ver la zona de la portería, la bodega, los patios, la sacristía, etc.
A la entrada del monasterio además de haber carteles informativos para la realización de la visita se puede solicitar un folleto informativo sobre el mismo.