Córdoba, la ciudad de los versos

Se ha escrito tanto sobre ella que si no la conoces, es un imprescindible y si la conoces , es repetible. La ciudad de colorido vibrante, tiene personalidad y un talante agradable; es breve el tiempo que pasas en ella pero infinito su recuerdo. 

Por cada paso que das  hay varios posibles caminos y todos serán pura poesía, como lo son los poemas de Luis de Góngora o de Pablo García,  que han realizado las composiciones más bellas que jamás se han escrito sobre la ciudad andaluza y el río Guadalquivir. De hecho, Córdoba cree que la poesía no sólo está para leerla, sino también para recorrerla y de ahí que desde hace años la ciudad celebra el festival Cosmopoética al que acuden poetas de todo el mundo. 

La mayor ciudad de Hispania de la antigua Roma posee un valor patrimonial realmente increíble. Si comenzamos por el puente Romano el cual se hamaca sobre las aguas calmadas del mayor río de Andalucía  y flanqueado por la Torre de la Calahorra (hoy en día museo de la ciudad), veremos de frente no sólo la más conocida estampa de la ciudad califal, la Mézquita Catedral, sino que también se pueden vislumbrar las torres de las iglesias y las azoteas de la viviendas de la ciudad que se sitúa a los pies de Sierra Morena. Al cruzar el puente se encuentra, tras la Puerta del Puente, el Triunfo de San Rafael mandado construir entre 1765 y 1781 por el Cabildo Catedralicio sobre el solar de un antiguo hospital. El origen de la devoción a San Rafael –custodio de Córdoba- se sustenta en la leyenda de las apariciones de este arcángel manifestando su deseo de proteger a la ciudad.

El símbolo de la ciudad fue construido entre los años 786 y 988 convirtiéndose en el mayor signo de identidad del Califato Omeya de Córdoba. Se empezó a construir sobre la antigua iglesia visigoda de San Vicente, de la cual todavía quedan restos arqueológicos. La gran obra de arte se construyó por fases, Abderraman I fue el impulsor y Abderraman II, Al Hakam I y Almanzor continuaron con sus ampliaciones. Durante su segunda ampliación se realizaron dos de los lugares más bonitos de la misma, la macsura (lugar donde se sitúa el califa o el imán durante las oraciones públicas) y el mihrab (nicho semicircular el cual indica la dirección de la Meca). Con posterioridad, tras la entrada del rey Fernando III en Córdoba en el año 1236, la Mezquita se consagró como Catedral de Córdoba y fue en el siglo XVI cuando se plantearon construir en el centro del templo musulmán una catedral cristiana con un crucero y un nuevo Altar Mayor de estilo renacentista. En 1984 consiguió el título de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

Al llegar a la mezquita lo primero que se puede admirar son sus puertas que poseen gran maestría artística, por ejemplo la Puerta de los Deanes es la más antigua del complejo monumental de tradición visigoda alternando piedra y ladrillo, la  Puerta de las Palmas conocida como Arco de Bendiciones ya que era el enclave en el que se procedía a la bendición del pendón real, como parte del rito de coronación de cada nuevo monarca,  la Puerta del Perdón donde se aprecian restos de pinturas murales, etc. 

Tras atravesar una de ellas se llega al Patio de los naranjos llamado así por la cantidad de naranjos plantados desde el siglo XV, también se pueden ver olivos y cipreses, además de la Fuente de Santa María y la Fuente del cinamomo. Ricardo Molina, lo describió como:

“Una isla de sombra, de silencio y perfume”

Debajo del patio se encuentra un gran aljibe que proporciona el agua necesaria para las purificaciones que necesitan los musulmanes antes de entrar a la mezquita. 

Una vez en su interior se puede observar la impresionante sucesión de arcos y columnas conocido como Bosque de Columnas o Bosque de Palmeras. El Alminar se encuentra en el interior de la torre del campanario. El mihrab decorado en mármol muestra la grandeza de la ciudad en el momento de su construcción.

Además la mezquita cuenta con capillas cristianas tales como la  de Villaviciosa, la del Sagrario o la de San Bartolomé, donde se encuentra enterrado Luis de Góngora, poeta que nació en Córdoba (1561), fue bautizado en la propia catedral y murió también en su ciudad (1576). Columnas como la del Cautivo o la del Infierno. Y lo más sorprendente es la construcción de la catedral en el interior de la misma que la hace que sea un monumento único en el mundo. De ella hay que destacar el Altar Mayor, el crucero y el coro. 

Cerca de la mezquita se encuentra el Alcázar de los Reyes Cristianos construido en el siglo XIV por orden de Alfonso XI, pero toma su nombre de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, quienes estuvieron en él durante la segunda mitad el siglo XV . En su interior se encuentra  por ejemplo el Salón de los Mosaicos, decorado con piezas encontradas en la  Plaza de la Corredera o unos maravillosos jardines salpicados de distintas albercas escalonadas situadas en lo que fue la huerta regada por la Noria de Albolafia del Guadalquivir.

Muy cercana está la sinagoga medieval y las Caballerizas Reales y una cosa  muy famosa  que se encuentra en su cercanía que es una de las esculturas de bronce, en homenaje a todas aquellas vecinas y vecinos que cuidan de los patios de la ciudad y cuya labor ha permitido que la Unesco declare Patrimonio Inmaterial de la Humanidad la Fiesta de los Patios de Córdoba. Mayo es el mes de las flores, colores y aromas en la ciudad. Los patios son la seña de identidad de la ciudad.  Sus casas-patio, herencia primero de los romanos y después de reminiscencias árabes, combinan fuentes, pórticos, mármoles y paredes encaladas con toda clase de plantas. Hay concursos de patios y la ciudad se viste con todas sus galas, es una maravilla verlo pero está el inconveniente de que casi no se puede transitar por ellos de la gran afluencia de visitantes que hay. 

“El patio oye el suspiro de otros días en sus arcos. En las paredes húmedas se estremecen las yedras. Lilas, jazmines y celindas tiemblan gozosos en el aire tibio bajo el beso fugaz de las abejas; pero celindas, lilas y jazmines, yedras de oro y arcos ruinosos no saben cómo un día nos amamos. Llena la fuente está de claras ondas, de agua cara y azul igual que el cielo, la fuente pura y fría a la sombra delgada de las damas de noche que dejan su perfume flotar por la negrura(…)” Ricardo Molina 

Sumergirte en el barrio de la judería es una auténtica delicia, pero antes de empezar a visitarlo no se puede pasar de largo de la célebre Taberna Santos donde se toman unos pinchos de las famosas y premiadas tortillas que llegan a pesar hasta seis y siete kilos. No hay perdida, todo el mundo está apoyado en el muro de la mezquita con su pincho ya que el bar es tan pequeño que no hay sitio donde permanecer. Muy cerca de la mezquita se encuentra la famosa calleja de las Flores donde sus paredes encaladas están repletas de flores. Junto a la calle de la hoguera y el callejón del pañuelo porque su anchura es la de un pañuelo abierto de hombre son tres de los rincones más buscados y fotografiados del barrio

Lo mejor en este barrio es perderse y así encontraremos lugares como la Casa de las Cabezas donde se puede hacer un recorrido por la Córdoba medieval. La Posada del Potro, centro cultural famoso por estar mencionado en el Quijote y por albergar hoy el espacio que rinde homenaje a las figuras más notables del flamenco como Paco de Lucía, Antonio Gades, Fosforito que le da su nombre al centro, etc. 

Cerca de la empedrada Plaza del Potro donde está ubicada una bonita fuente renacentista, y en el antiguo Hospital de la Caridad encontramos el Museo de Julio Romero de Torres que exhibe la mayor colección de obras de este pintor cordobés que pintó “a la mujer morena”  y el Museo de Bellas Artes. A este lugar Luis de Góngora se refería así:

“ (…) Si por unos ojos bellos, que se los dio el cielo dados
quieren ellas más ducados que tienen pestañas ellos,
alquilen quien quiera vellos y busquen otro,
que yo soy nacido en el Potro” 

Normalmente los turistas se quedan en esta zona pero si vamos más allá de la Plaza de la Corredera y subimos por la calle de Capitulares, llegamos al bonito Templo romano cuyos restos fueron descubiertos a mediados del siglo pasado durante una ampliación de edificio del Ayuntamiento. Frente a él, a través de una portada barroca de mármol con columnas salomónicas, encontramos la fachada de la iglesia de San Pablo, templo gótico-mudéjar con un gran rosetón. Su bello interior no defrauda, en una de sus capillas se venera la Virgen de las Angustias junto al Gran Poder de Sevilla talla de Juan de Mesa. Los restos del claustro del desaparecido convento de San Pablo se contemplan al acceder a la Consejería de Cultura.

Cerca nos encontramos la Plaza de las Tendidas y la calle Claudio Marcelo que son zonas muy frecuentadas por lugareños y turistas para disfrutar de la gastronomía cordobesa. Si desde el ayuntamiento avanzamos por la Cuesta de Luján, vemos que sus diecinueve escalones están pavimentados por pequeñas piedras que dibujan figuras geométricas. Al lado en la calle Ambrosio de Morales está ubicado el convento del Corpus Christi, que hoy alberga la Fundación Gala. 

Pero si salimos por la calle Alfaros y transitamos por su recta calle vemos gran cantidad de casas antiguas señoriales, hasta llegar a la Cuesta del Bailío, lugar idílico para fotografiar y a través de él se accede al Palacio de los González de Córdoba, hoy sede de la Biblioteca. Si continuamos subimos accedemos a la Plaza de Capuchinos, donde un sobrio crucificado circundado por faroles se levanta en la plazoleta, y ahí se halla la iglesia conventual del Santo Ángel, aunque es popularmente conocida por el nombre de Capuchinos. La austeridad de la iglesia deja atónito, y en su interior se encuentra el altar mayor compuesto por lienzos y un templete de principios del siglo XX.

“Ese lugar era un rectángulo de cal y cielo” Ricardo Molina 

No hay que irse de Córdoba sin visitar  sus baños árabes, donde se puede disfrutar de unas termas de agua templada, caliente y fría y sala de vapor.

4 Comentarios

  1. Fantástico. Como siempre que leo uno de tus post…me entran ganas de salir corriendo para allí.

    Por cierto tu último artículo en la revista de moto….. estupendo, ….. besazos.

    • Gema de los Reyes Contestar

      Muchísimas gracias, me alegro de que te guste y que te motiven para eso que tanto nos gusta que es viajar. Muchas gracias por leerme también en la revista, es algo que hago con mucha ilusión y me encanta que te haya gustado. Besos

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