Islas griegas y Efeso

Debido a que me gusta ir a mi ritmo y marcarme mis propios horarios,  sabía que no me gustaría mucho hacer un crucero por las Islas griegas ya que ir en un barco con visitas programadas supone ceñirte a unos horarios marcados por otros; pero dada la circunstancia que teníamos esta era la mejor solución para una primera toma de contacto con las islas que queríamos ver, en los poquitos días con los que contábamos. El barco navegaba por la noche, con lo cual, aprovechábamos el día, si hubiéramos tenido que ir en ferry a todas y cada una de las islas hubiéramos tenido que quitar días al Peloponeso o no ir a Meteora y eso en aquellos momentos tenía claro que no lo iba a hacer. Ahora desde luego lo haría, dejaría las islas para otro momento, y las visitaría en ferry para poder dedicar tiempo a cada isla y disfrutarlas con calma.

La isla de Míkonos, isla de música y fiesta,  se encuentra en el centro del archipiélago de las Cícladas, dividiéndose en dos municipios denominados Chora y Ano MeraChora, cuenta con unas hermosas casas encaladas de puertas y balcones de colores, laberínticas calles, conocidos barrios como son los denominados “De la pequeña Venecia” y el de Kastro,   los famosos molinos, símbolo de la isla que ornan las suaves colinas de la isla, y claro no se puede olvidar a la mascota de la isla, que es el pelícano Petros. En la isla se encuentran varios museos, el  Museo Arqueológico,  Museo Etnográfico y el Museo Naval aunque no me dio tiempo a ver alguno ya que como teníamos pocas horas, decidimos coger unas motitos e intentar ver algo más de la isla. En este tipo de cruceros, en las paradas puedes realizar las excursiones con ellos o bien realizarlas por tu cuenta, nosotros salvo la de Kusadasi  (Turquía) que nos enteramos de que el guía era un arqueólogo y la ciudad está muy retirada del puerto, las hicimos por nuestra cuenta. Preciosa la Iglesia de Paraportiani, la más antigua de la isla y los Monasterios de Kastro y de Panagia Tourliani. Vimos varias playas, la mayoría nudistas, y al final paramos en las que menos gente había que eran Paranga y Paradise.

Navegamos toda la noche y al amanecer llegamos a Kusadasi, con el fin de ir a la antigua ciudad de Éfeso, ubicada en la parte occidental de Turquía. Era considerado como uno de los más grandes e importantes centros del viejo mundo Mediterráneo. Cuenta la leyenda que fue originalmente fundada por las Amazonas, una tribu compuesta por mujeres guerreras excepcionales.   Me dejó completamente impactada las vistas desde su acceso por la entrada principal a través de la Puerta de Magnesia construida en el siglo I d.C por el emperador Vespesiano . Acceder a sus diferentes templos por esas calles de mármol y piedras, no tiene desperdicio. Fue el centro cultural de la región y prueba de ello es su imponente Biblioteca de Celso, su fantástica fachada orientada al sur para aprovechar la luz durante la mañana y parte de la tarde,  es sin duda lo mejor de todas las ruinas, o por lo menos lo que a mi más me gustó y me impresionó. La ciudad tiene muchos lugares que recorrer, el gran Anfiteatro con capacidad para más de 30.000 espectadores, el Agora del Estado donde se pueden observar los restos de varios edificios civiles, el templo de Adriano construido en estilo corintio con unos fascinantes relieves exteriores, el Odeón cuya función era acoger las reuniones de los administradores y senadores de la ciudad,  la fuente de Trajano, el templo de Domiciano, Termas de Vario para ver sus preciosas bóvedas de los baños romanos, etc. Al final de la visita fuimos a la casa donde se dice que pasó los últimos años la Virgen María, situada muy cerca de las ruinas. Es un lugar muy venerado por los cristianos, de hecho, hay una pared donde la gente deja en un papel escrito sus deseos.

A continuación proseguimos en el barco con destino a Patmos, una de las más sagradas islas del mundo cristiano. Tiene una curiosa forma de ocho, con numerosas colinas y con tres poblaciones importantes Patmos, Jora y Skala que es donde llegan los barcos por ser el único puerto de la isla. Puesto que se dice  que el apóstol San Juan vivió allí y escribió los textos de la Apocalipsis, es un lugar que durante siglos atrajo a muchos peregrinos. Accedimos en taxi hasta el Monasterio de San Juan ubicado en el monte del Profeta Elías y la Santa Cueva de la Apocalipsis, declarados Patrimonio de la Humanidad. El conjunto monástico amurallado alberga en su interior varias capillas con frescos bizantinos medievales y una maravillosa biblioteca, además de unas increíbles vistas de la isla. Es impresionante lo bien montado que lo tienen los taxistas, como saben perfectamente a la hora que llegan los barcos, y saben que mucha gente va por su cuenta ya que la diferencia de precio entre visitar el monasterio por tu cuenta y hacerlo con la excursión del barco es impresionante, tienen un verdadero negocio, tienen estipulado los tiempos que se tarda en visitar cada lugar y lo que hacen es ofrecerte la subida y la bajada al monasterio. Nosotros además le dijimos que queríamos hacer un pequeño recorrido por la isla, ya que los tiempos que íbamos a permanecer en ella eran mínimos.

Seguimos con nuestra travesía navegando toda la noche para llegar a primera hora de la mañana a  Rodas, una de las islas que más me gustaron. Es la capital de las islas del Dodecaneso, según cuenta la mitología griega, fue fruto de la pasión de Elios (Dios del sol)  y Rode (ninfa). Nos dirigimos a ver el famoso Coloso de Rodas, una de las siete maravillas de la antigüedad, que servía de faro y guía a los navegantes. Impresionante la ciudad medieval, amurallada con más de cinco kilométros y con unos fantásticos bastiones e impresionantes puertas, llena de minaretes, palacios y fortificaciones y repleta de historia destacando especial interés todo lo relacionado a los Caballeros de San Juan.  Pasear por la calle de los caballeros que finaliza en el Palacio del Gran Maestre es remontarte a tiempos pasados. Esta calle recorre la ciudad medieval desde el Puerto de Mandraki pasando por las posadas medievales.   El Palacio servía de sede del gobierno y lugar de reunión del Consejo. Accedimos al barrio judio a través de la calle Aristóteles para visitar la pequeña sinagoga Kahal Shalom  de estilo sefardí y la famosa Plaza de los Mártires, donde está la fuente adornada por tres caballitos de mar de bronce.  A lo largo de la ciudad encontramos numerosos restaurantes, bares, preciosas terrazas y maravillosas tiendas de artesanía. Me encantaron las dedicadas a los jabones, pero sobre todo  las dedicadas a las sandalias de cuero, si una me gustaban las otras me gustaban más, así que cargué con un montón de ellas, son fantásticas y preciosas, de hecho a día de hoy sigo comprando las sandalias de cuero en tiendas de Rodas vía web. 

Heraklion se encuentra situada en el centro norte de la isla de Creta. Ciudad moderna, ruidosa, llena de cafés, tiendas y algunos interesantes monumentos como el Museo Arqueológico que alberga fascinantes colecciones del periodo minoico cretense, pero no se si fue porque estuvimos poco tiempo pero la ciudad no me cautivó;  sí lo hizo su fascinante Palacio de Knossos ubicado a cinco kilómetros al sur en la colina de Kephala al que se llega muy fácilmente en taxi y por muy poco dinero.  Su estructura arquitectónica puso a prueba mi  orientación; caminar por esos pasillos de tierra, imaginando como sería la gran estructura en su momento de explendor fue una auténtica delicia.  Está formado por un sinfín de estancias, pasillos en zig zag y patios en varios edificios y diferentes plantas destacando el Salón de los delfines, el salón del trono real, el Propileo del Ala oeste, etc., para mi lo mejor sin duda fue ver esos frescos que tantas veces había visto en reportajes, fotos y libros, y que tanto me sorprendieron, sabía que me gustarían pero nunca me pude imaginar que tanto. Estos ocupan gran parte de las paredes del palacio, sus escenas de decoración reflejan actividades cotidianas de pesca y recolección.   El fresco de las Damas de azul me enamoró, al igual que uno dedicado a la pesca con preciosas barcas cretenses, así que busqué un lugar donde hacían buenas réplicas, alejándome de las tiendas de souvenirs que tienen réplicas en escayola, y sin dudarlo las compré.

La entrada en el barco a la preciosa isla de Santorini es un regalo para los sentidos; llegamos a la población de Fira (Thira) , ascendimos a la ciudad en funicular, y pasados unos minutos estábamos entre bonitas casas que desde luego enamoran; el blanco inmaculado de sus casas, los colores de sus persianas y ventanas se mezcla con la gran cantidad de flores que adornan sus terrazas, mostrando al viajero unas vistas de auténtica belleza. Tomar una cerveza en una de sus muchas terrazas viendo ese mar azul que tanto me gusta entre tanto acantilado bañado por el sol,  es digno de admirar. Santorini es un isla muy peculiar, toma su forma actual tras hundirse la cadera del enorme volcán, lo que le hace ser diferente y única. Tiene forma de media luna, está formada por varias pequeñas islas que desde luego tienen que ser preciosas, pero por el poco tiempo que teníamos no pudimos acercarnos a alguna.  Dimos un precioso paseo por la ciudad para ver el Palacio de Gyzis, el Museo arqueológico situado en el antiguo asentamiento minoico de Akrotiri, las catedrales tanto la católica como la ortodoxa, el monasterio Agios Minas, y por supuesto el Museo Megaron Gyzi que tiene una fascinante colección de fotos de Fira antes y después del terremoto. Después nos acercamos a la localidad de Oía, pequeño pueblo situado al borde de la caldera. Me pareció más bonito incluso que Fira; cada rincón de esas callejuelas estrechas y encantadoras te cautivan. Las tiendas de arte, artesanía, cafeterías con vistas increíbles o la Iglesia de Plátani son sin duda lugares de ensueño, se palpaba la gran historia de artistas que habían elegido esa localidad para expresar sus ideas; nos quedamos con las ganas de permanecer en la ciudad y presenciar su famoso atardecer, dicen que es uno de los mejores del mundo, pero el barco salía y había que volver a Fira para coger el barco dirigirnos al puerto de Pireo en Atenas, donde nos esperaba la tercera parte del viaje que a priori era la que más me apetecía y desde luego fue la que más me gustó.

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4 Comentarios

  1. Fantástico post, Gema! Es un viaje que tengo pendiente y después de haber leído esta entrada, me dan ganas de hacer reserva de vuelo ya. Te felicito. Muchos besos!

    • Gema de los Reyes Contestar

      Mil gracias Carlos, las islas son muy bonitas, tienen un poco de todo con lo cual fantásticas para unas buenas vacaciones. Buenas noches, besazos.

  2. Muchas gracias gema. pero me has dejado en ascuas, ¿qué paso en Atenas?¿Qué visitasteis? estoy mirando itenerarios para Grecia, pero no son tantos dias por lo que tendria que elegir entre ir a Atenas o a Efeso y no se qué es mas interesante. el resto de puertos son iguales, Mikonos, Santorini y Napoles(que ya he estado)

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