La conocida como la Roma del norte está ubicada en pleno corazón de Austria. Famosa por su monumentalidad, la ciudad de Mozart disfruta de uno de los núcleos históricos mejor conservados de Centroeuropa declarada patrimonio de la humanidad en 1997.
Pasear por sus calles es andar por un museo al aire libre, mires donde mires descubres bonitos edificios, monumentos, esculturas, jardines, sin duda es un lugar para disfrutar.
“Rebosa belleza y romanticismo”
Empezando desde las alturas, preside la ciudad la majestuosa fortaleza Hohensalzurg que empezó a construirse en 1077 y sus últimas adaptaciones datan del siglo XVII; es considerado como el castillo más grande y mejor conservado de Europa central. Desde lo alto se admira el centro antiguo con su gran número de cúpulas, campanarios y el río Salzach.
Su interior está formado por patios, salas y dependencias donde vivían los arzobispos además de grandes salas y un pequeño museo. Actualmente hay salas donde se realizan actividades culturales tales como talleres, exposiciones o conciertos. La última vez que estuve acudí a un concierto de música clásica, la verdad es que es un espectáculo, me encantó.
Y otra cosa que me encanta de esta fortaleza es su Museo de títeres ubicado en las bodegas, me gustó mucho ver las marionetas de “Sonrisas y Lágrimas” las de la obra de la “La flauta mágica” y sobre todo me divertí probando mi habilidad en su manejo, que tengo que reconocer que no es mucho y más si lo comparo con lo bien que lo hacían en la obra de “Sonrisas y Lágrimas” que fui a ver en el Teatro de Marionetas de la ciudad, una auténtica delicia.
Se puede ascender en el funicular más antiguo del país y bajar dando un agradable paseo a la vez que se disfruta de unas preciosas vistas.
Al descender detenerse en la Abadía de San Pedro fundada en el año 696, es uno de los monasterios más antiguos de Austria y un lugar repleto de leyendas donde destaca su curioso cementerio que es de los más bonitos de Europa y las famosas catacumbas paleocristianas excavadas en la roca del monte, además de ser muy visitado por los amantes de la película ya mencionada anteriormente «Sonrisas y Lágrimas» ya que por este lugar es por donde la familia Trapp huye escondiéndose en las cuevas antes de continuar su recorrido hacia Suiza. Y ya que comentamos sobre cementerios, el de San Pedro, el cual sigue en funcionamiento, es también muy visitado ya que por su disposición, lápidas y esculturas le hacen un lugar digno para fotografiar.
Antes de subir en el funicular se pasa por Kapitelplatz y en esta plaza se puede observar una de las esculturas policromadas más fotografiados de Stephan Balkenhol «La Sphaera» que es un gran figura de un hombre situado sobre una esfera dorada. Hay otro personaje del artista alemán en la ciudad: una mujer sencillaescondida en una hornacina, junto a las escaleras que llevan al monte Mönchsberg.
Otros sitio que ofrece unas vistas estupendas es el Museo de Arte Moderno el cual tiene dos sedes, y una de ellas está situada en el mismo monte. Desde aquí de hecho la panorámica es increíble ya que no sólo se observan los dos lados del río sino que además te permite admirar la privilegiada situación de dominio que tiene la fortaleza de la ciudad. El edificio es una obra realizada por Friedrich Hoff Zwink y tiene un bonito diseño utilizando el mármol como su principal material. La otra sede está ubicada en el casco antiguo de la ciudad y es el Museo Rupertium. En su conjunto se puede ver una colección de obras de arte moderno, fotografía, además de otras colecciones, que van desde el silgo XX hasta la actualidad.
Desde cualquier lugar se oyen las campanas de su emblemática Catedral que está rodeada de preciosas plazas como Domplatz, Dapitelplatz y Residenzplatz con algunos palacios que albergan hoy bonitos museos de arte. El majestuoso edificio barroco con su gran cúpula es un deleite para la vista. La catedral ha sufrido varios incendios así que está reconstruida y ampliada en varias ocasiones, pero nunca ha perdido ese valor que tenía en época del arzobispado.
En la cripta de la catedral además de encontrar ruinas de una iglesia románica, desde hace algunos años no se si ahora seguirá existiendo, se podía observar un espectáculo de luces y sombras del autor Christian Boltanski.
Otro de esos lugares que los visitantes no dejan de fotografiar es la Torre del Ayuntamiento que a veces es confundida con una iglesia. Al lado está el famoso hotel Elephant, donde es escritor y Premio Nobel José Saramago se inspiró para la realización de su novela El viaje del elefante, que parece más un cuento que una novela, donde describe un viaje épico de un elefante asiático llamado Salomón que en el siglo XIX, por algunos caprichos reales, tuvo que recorrer más de la mitad de Europa. Cerca de la catedral está la Residencia de Salzburgo, que data del año 1120 y que fue la Real Sede de gobierno y residencia de Arzobispos. Fue renovado en el siglo XVI convirtiéndose en un fantástico edifico predominando el estilo barroco, y contando en su interior con una gran colección de frescos, objetos, joyas y pinturas de europeas de los siglos XVI a XIX. En su patio actualmente podemos encontrar una figura esculpida en mármol del autor catalán Jaume Plensa llamada Awilda que representa a una chica joven cuyo significado va desde que es la leyenda de una princesa escandinava que se escapó del matrimonio huyendo de casa y se hizo pirata hasta que representa a todos los que luchan por mejorar sus vidas.
Pasear por el Palacio de Mirabell, es recordar otro de los escenarios de la película “Sonrisas y lágrimas” donde la institutriz enseñaba a los niños a cantar la famosa canción de Do-Re-Mi. Su famosa fuente es reconocible en cualquier fotografía junto a sus árboles y sus coloridas flores. Data del año 1606. Destaca la gran escalera de los ángeles que conduce a la sala de mármol donde se celebraban antiguamente los grandes eventos. Actualmente se utiliza para celebraciones administrativas e incluso celebraciones de boda. Los Jardines de mirabell conservan las formas geométricas típicas del barroco. Su alineación con la catedral y la fortaleza compone una imagen maravillosa. Me encantó la Gran Fuente formada por cuatro grupo de figuras que simbolizan los cuatro elementos (fuego, aire, tierra y agua), y el Jardín de los gnomos que antiguamente llegó a tener hasta 28 gnomos.
En frente de los jardines encontramos la obra del inglés Tony Cragg, una escultura de bronce formada por placas tectónicas que se empujan unas a otras hasta los cinco metros de altura. Como se señala en todas partes, la formación entra en erupción en la mente del observador y de repente, un perfil humano se le aparece pero cuando el espectador se acerca a examinarlo bien, la ilusión se desvanece.
Muy cerca también encontramos la escuela de música Mozarteum y la segunda casa del gran músico universal.
La figura de Mozart está presente a lo largo de toda la ciudad pese a que él en un momento dado dijo “En Salzburgo no hay lugar para mi talento”. Podemos encontrar referencias del pianista y compositor en todos los rincones, en restaurantes, cafés, chocolaterías, estatuas además de su museo y su casa natal ubicada en el número nueve de la calle comercial más transitada del casco antiguo llamada Getriedegasse que para mí lo más destacado son sus rótulos de origen barroco que definen los diferentes establecimientos comerciales. Esta casa es visitable y a lo largo de su recorrido a través de varias plantas se observa la vida de cada uno de los miembros de la familia, así como, todo lo referente a la pasión de este gran músico (instrumentos, cartas, partituras, prendas de ropa, etc). Pero si hay algo que la gente adora de Salzburgo en relación con el pianista son sus bombones, que fueron creados por la chocolatería Fürst en 1890. Los famosos “Mozartkugel” , bombones de pistacho, mazapán y avellana.
En cuanto a la gastronomía se refiere, la comida austriaca podría llamarse la cocina del imperio de los Habsburgo, ya que la mayoría de sus platos fueron creados en esa época, así que se podría decir que es una cocina que basa sus raíces en la historia.
De sus platos más conocidos, destacan:
– Kasnockerin: Masa de harina, leche o agua junto con huevo que después de cocidos son fritos con cebollino, cebolla y queso.
– Griessnockerl: sopa de bolitas de sémola
– Wiener Schnitzel: Es el tipico filete empanado con ensalada de patatas o patatas fritas.
– Schweinsbraten: Igual que el anterior pero la carne es de cerdo.
– Gulash: estofado de carne con verduras.
– Tafelspitz: Ternera con caldo que se sirve con salsa de manzana, rábano y cebollino.
De sus postres destacan:
– Tarta Sacher: Tarta de chocolate y mermelada
– Apfelstrudel: Hojaldre relleno de manzana, frutos secos y canela.
– Palatschinken: Crepes untados con mermelada y espolvoreados con azúcar glass.
– Topfrenstrudel: Tarta de crema de queso
Para mi uno de los mejores gulash que probé fue el de Hotel Sacher, que si ya finalizas la comida con una tarta Sacher completas el día, eso sí, tanto en disfrutar como en meterte unas cuantas calorías. Bueno y por supuesto lo que jamás hay que perderse es un Prosit (brindis) en cualquiera de la gran cantidad de cervecerías de fabricación propia que hay en la ciudad o en el Museo de la cervecería Stiegl considerado como el museo de cerveza más grande de Europa, ubicado en las antiguas salas de fermentación y producción de la fábrica. Aquí se aprende un montón sobre su elaboración y lo mejor la degustación posterior.
En la ciudad también hay numerosos cafés como por ejemplo el Cafe Bazar cuya terraza asoma al rio Salzach o el Cafe Tomaselli que es todo un clásico en la ciudad. En los bonitos cafés además además de cualquier otra bebida, se puede tomar uno de sus muchos tipos de cafés, el kleiner que es el clásico, el melange que es con crema, el kaisermelange café negro con una yema de huevo batida, el maría theresia que aporta licor de naranja, etc.
En la ciudad de los grandes festivales, además de estar presente el gran compositor austriaco, también encontramos otros muchos artistas como por ejemplo el gran escritor Stefan Zweig, que vivió en una gran casa por encima de las callejuelas medievales del casco antiguo. Para llegar a ella hay que ascender por la calle Steingasse, junto a ella hay un hermoso mirador, pero si se camina hasta la cima del monte Kapuzinerberg se puede observar una panorámica despejada de los Alpes Bávaros, incluida la cordillera que alberga la villa de Berchtesgaden, donde Freud, escribió fragmentos de «La interpretación de los sueños».
Y como no hablar del gran destructor de la ciudad, Thomas Bernhard, que pasó su infancia y adolescencia en la misma. Conocido como el «Hijo de Salzburgo«, ciudad que detestaba y con la que tenía una terrible relación, hoy es un reclamo turístico ya que tanto en las tiendas como en sus festivales sus libros son vendidos, quizá bastante más que los de otros autores. Bernhard consiguió a través del retrato de la sociedad que abominaba, un gran extraordinario recurso dialéctico convirtiendo la literatura en un recurso irritante contra las convenciones y la hipocresía social.
Hay varios lugares interesantes a las afueras de la ciudad, como por ejemplo el Monasterio agustino de Mülln, donde se supone que se elabora la cerveza más antigua de Austria desde el año 1621. Lo que más me gustó es que la gente o se lleva las jarras de sus casas o incluso las tienen allí con sus nombres, es un sitio súper curioso. Y si se pasa por la ciudad en verano ,no hay que perderse los jardines de cerveza, unos muy destacados son los Augustiner Braustuberl,
También encontramos el Castillo de Hellbrunn, de donde yo destacaría sus fuentes, además de sorprenderme con varios chorros de agua ocultos, me encantó ver como las figuras se movían a través de un sistema hidráulico de la época, y todo ello al son de la música. También debo de decir que me gustó mucho la sala musical llamada “El octógono”.
La Navidad en Salzburgo es pura magia. Los habitantes decoran sus calles, casas y mercados con bonitas luces y adornos haciendo que esta época sea una de las más bonitas que se pueden vivir en la pequeña ciudad.
“ Lugar perfecto para el ambiente de cuento de hadas de la época más bonita del año”
En la ciudad se pueden encontrar varios mercadillos, pero normalmente tanto visitantes como lugareños acuden a tres principalmente:
Mercado del casco antiguo: Está situado entre la plaza de la catedral y la residencia del Príncipe-Arzobispo conocido como el mercadillo del niño Jesús y su tradición data del siglo XV. En él se puede encontrar desde adornos navideños tradicionales hasta buenísimos dulces de la zona.
Mercado de la fortaleza: situado en lo alto de Salzburgo, además de poder comprar artículos navideños también realizan talleres y juegos par los niños.
Mercado del Palacio de Hellbrunn: Situado en sus jardines, el acceso principal está decorado con antorchas y casetas donde poder comprar bonitos utensilios de artesanía y comida típica de la zona. Tras el camino se abre una gran plaza llena de árboles decorados y una zona para niños donde se encuentra un trenecito y una zona donde se pueden ver figuras de demonios para recordarles que deben tener buen comportamiento.
De las cosas más destacadas de las navidades austriacas, encontramos los desfiles de “Krampus” y los “Perchten”. Durante la Navidad, San Nicolás no viene solo, trae consigo un terrorífico compañero: el Krampus. Esta criatura de aspecto demoníaco, con cabeza de diablo y patas de cabra, aparece en la noche del 5 de diciembre para llevarse consigo a los niños que se han portado mal durante todo el año. Los peludos Perchten tienen su origen en los tiempos precristianos, en las tradiciones celtas de las regiones alpinas germánicas. Hoy en día, te puedes topar con un Perchta desde finales de diciembre a enero, especialmente en las noches más frías. Su apariencia difiere de una región a otra, pero generalmente son blancos, peludos, con cuernos.
No hay que olvidarse de disfrutar un ratito en la pista de hielo, visitar el museo de la Navidad, que aunque está abierto todo el año, en esta época se viste de sus mejores galas y por supuesto escuchar los cánticos de los villancicos que llegan al momento más álgido cuando se interpreta “Noche de paz” ya que se dice que su origen está en esta ciudad.
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4 Comentarios
Dan ganas de conocerlo!! Precioso post!
Mil gracias Carlos, te encantaría pasear por allí, es una pequeña ciudad entrañable y mágica. Besazos
Hola Gema,
Una vez más, gracias por compartir tus viajes, tus experiencias y todas esos detalles y curiosidades, que hacen que a una le entren ganas de salir «volando» hacia allí, para disfrutar, esta vez en persona, esos lugares a los que tienes la capacidad de trasladarnos con tus textos y tus imágenes.
Un abrazo bien grande.
Susana
Gracias a ti preciosa. Es una ciudad que te encantaría, buen lugar para tomar un tecito con un trozo de tarta y mantener esas charlas interminables que tanto me gusta compartir contigo. Mil besos guapísima.