Primera edición de «Segovia Rider Day»

Con  baja temperatura daba comienzo la primera edición de “Segovia Rider Day” organizada por Prodestur Segovia junto a los ya experimentados fundadores de www.motorutas.com.  Con el cariño y la profesionalidad que les caracteriza, el equipo de motorutas, con Gerard y Elena a la cabeza, daban la salida a los más de ciento cincuenta motociclistas que nos reunimos en El Espinar, para disfrutar de la bonita ruta, que nos habían preparado alrededor de una provincia que se enorgullece de tener un gran patrimonio histórico cultural. 

El evento motociclista no competitivo, se desarrolló a través de 457 km con seis pasos de control  con salida y llegada en la Plaza de Toros de El Espinar.  La ruta  sin trayecto fijo, nos la habían mandado con anterioridad en formato digital, y allí el viernes tarde y el sábado antes de la salida establecida, te la entregaban en papel dentro del pack de bienvenida. Me encantó que además de lo anterior, proporcionaran unos folletos con el mapa de cada uno de los tramos y cuáles eran las visitas culturales que podías realizar. 

Y comenzamos el día rodando y acercándonos hacia el primer punto de control Chañe, que se encontraba a poco más de 100 kilómetros, donde disfrutamos de un caldo y unos bollitos para entrar en calor. A continuación nos dirigimos hacia Sacramenia, localidad muy volcada con los motoristas,  prueba de ello es que es un lugar que durante la gran concentración invernal de La Leyenda Continúa se realizan diferentes actividades. Allí junto a autoridades de la localidad, los motoristas íbamos disfrutando de otro refrigerio. Este tramo fue muy interesante desde el punto de vista cultural; se atraviesaron localidades como Coca, con su gran castillo construido en el siglo XV y considerado como una de las mejores muestras del gótico-mudéjar español; el castillo de la villa de Cuéllar, conocido también como castillo de los Duques de Alburquerque, declarado junto a las murallas, Monumento Artístico Nacional.

Desde Sacramenia, con el típico paisaje de la meseta pasamos por la conocida  Sepúlveda, localidad declarada conjunto histórico-artístico y que forma parte de la asociación Los pueblos más bonitos de España.  Y desde allí, hacia otro pueblo incluido en esa asociación, no sólo conocido por su belleza, sino también por su gastronomía.  El patrimonio histórico y cultura de la villa de Pedraza se ha mantenido a lo largo de los siglos; se dice que si quieres ver el pasado de la provincia de Segovia, nada mejor que acercarse a esa Plaza Mayor porticada y dotada de casas medievales, repleta de escudos y blasones del siglo XVI. 

«Pedraza, la villa medieval salida de un cuento» M. Mateo

Si ya de por sí, la plaza es de una belleza y valor incalculable,  ese día estaba más bonita todavía, ya que su decoración eran las cientos de motos que estábamos realizando el “Segovia Rider Day”.  Tras un pequeño paseo por la localidad admirando su castillo o su Iglesia de San Juan Bautista, disfrutamos de la otra gran maravilla de la zona, y así en la Hostería Pintor Zuloaga  con unas preciosas vistas a los alrededores de la villa, saboreamos los más que famosos judiones, carnes, una formidable tarta de queso, etc.

Con el buen sabor de Pedraza, nos dirigimos hacia el quinto punto de control en Collado Hermoso, que aunque estaba a pocos kilómetros, la organización sugería un trayecto de aproximadamente sesenta kilómetros de bosques y curvas que dejaban un bonito recuerdo previo a la llegada a la plaza de toros de El Espinar. 

Allí, con la simpatía de todo el equipo de motorutas, cada motorista mostraba su sonrisa y  se fotografiaba junto al photocall, ¡objetivo conseguido!

Pero el día no había finalizado, el sabor de la marca agroalimentaria de la Diputación, Alimentos de Segovia, también estuvo presente; pudimos degustar embutidos, quesos, empanadas, etc. Estos sabores nos acompañaron mientras que se cambiaban impresiones con motoristas de la zona y de otras comunidades autónomas  y autoridades de  turismo y de  otras corporaciones locales. Con el buen sabor de boca y el disfrute de los kilómetros realizados, nos divertimos bailando en en un gran concierto a manos del grupo de música Alto Stanley que duró hasta la madrugada. 

La frase que más se oía era, “El año que viene repetimos”