Sobre el barranco que separa las colinas occidentales de la Puglia de los valles de Basilicata, se extiende la ciudad que un día fue descrita por el prestigioso Diario Il Corriere della Sera como la “vergüenza de Italia”
”Tierra sin consolación ni dulzura, donde el campesino vive, entre la miseria y el aislamiento, su vida inmóvil en un suelo árido, cara a cara con la muerte” Carlo Levi
Esa era la imagen de la localidad de Matera que dejó plasmada en su novela Cristo se detuvo en Éboli (1945) el pintor y escritor italiano Carlo Levi cuando estuvo desterrado durante unos años en los pueblos del sur del país.
La ciudad excavada en la roca (la gente del pueblo la llama “tufo”) tiene sus orígenes en cuevas rupestres, donde vivían los pobladores del Neolítico, pero es durante la Edad Media cuando la ciudad toma peso, ya que en en el siglo VIII monjes y ermitaños establecieron en las cuevas de las gargantas y desfiladeros diversos complejos monásticos. Han permanecido más de ciento treinta iglesias rupestres que junto a ellas los habitantes de la zona fueron creando viviendas trogloditas a las que se les ha llamado “sassi” (roca en italiano) creando un conjunto de calles laberínticas, escaleras, pasadizos, etc., conformando un entorno urbano único de galerías unas sobre otras, que fueron evolucionando paulatinamente y que hoy son pura magia.
“Su carácter prehistórico es un viaje en el tiempo”
Los barrios trogloditas excavados en la roca hacinaban a más de 20.000 personas hasta la mitad del siglo pasado, las personas vivían sin agua potable y sin electricidad, las viviendas aunaban prácticamente en una sola estancia, los dormitorios, el comedor, el baño, los almacenes de grano y hasta las cuadras para los animales que hacían de calefacción natural en los meses de frío.
“Cristo nunca llegó allí, ni tampoco el tiempo ni el alma individual ni la esperanza ni la relación entre las causas y los efectos, la razón y la historia (…) a esa tierra obscura, sin pecado y sin redención, donde el mal no es moral, sino un dolor terrenal que está para siempre en las cosas, Cristo no bajó. Cristo se detuvo en Éboli”. Carlo Levi
A partir de los años 50 y tras el gran impacto del libro de Carlo Levi, los comentarios en periódicos y el gran reclamo social a nivel mundial, el Gobierno empezó a trasladar a los habitantes de los sassi a viviendas en la ciudad nueva y se comenzó un proceso de rehabilitación que culminó con su inclusión en la lista de obras consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993.
Hoy en Matera se pueden encontrar las dos caras de la moneda, la ciudad moderna que para mi no tiene más interés que cualquier otra ciudad de esas características, y una ciudad antigua con diferentes barrios y así encontramos: la zona de las cuevas distinguiendo el Sasso Barisano y el Sasso Caveoso que se diferencian por su posición y por su arquitectura. El primero adopta su nombre de su posición, ya que se sitúa al inicio del camino hacia la ciudad de Bari donde se elevaron edificaciones y hay pocas casas escarbadas dentro de la montaña y el Sasso Caveoso que se accede por Vía Ridola, es donde se encuentran las viviendas trogloditas escalonadas en la pendiente del barranco, además de iglesias rupestres como las de Santa Lucía y Santa Agata. La iglesia de Santa Lucía tiene gran importancia porque en ella se situó el primer monasterio femenino benedictino de la ciudad. En la parte exterior, hecha en la roca, se pueden ver algunos relieves en los que se presenta por ejemplo el martirio de la Santa patrona de la iglesia. Esta iglesia estuvo habitada entre los siglos VIII y XVI por comunidades femeninas de religiosas benedictinas. Su interior está bastante bien conservado, en sus murales se pueden ver escenas bíblicas.
En medio de los Sassi se levanta una roca que alberga dos iglesias monumentales excavadas en la piedra, la de Santa María de Idris y la de San Giovanni in Monterrone. Todas las iglesias rupestres de la ciudad, siguen el mismo esquema de construcción y fueron construidas entre los siglos VIII y XI. Todas tienen una decoración bizantina, sus frescos son realmente increibles. Pero sin duda Santa María de Idris es una de las más espectaculares por estar insertada dentro de una formación rocosa llamada Monterrone visible desde varios miradores y que sirve de paso al gran acantilado que separa la ciudad del Parque de Murgia. Data del siglo VII d.C cuando una comunidad de monjes se asentaron en la colina. Debido a su situación la planta es muy irregular, destaca el pequeño túnel que une la iglesia con la cripta de San Juan de Monterrone donde se encuentran representados algunos de los mejores ejemplos de arte rupestre de la ciudad.
También encontramos la Civita que es la ciudad medieval donde residían las familias adineradas y donde se puede encontrar presidiendo la zona la Catedral con un marcado estilo románico que data del siglo XIII y que está consagrada a la Madonna de la Bruna.
En la catedral todavía se pueden contemplar los maravillosos frescos bizantinos que cubren la nave central y la joya la encontramos en los frescos de su ábside que representan el Juicio Final. Marcada durante los últimos mil años por diferentes estilos arquitectónicos, en la ciudad se pueden encontrar herencias románicas, góticas y renacentistas. Por ejemplo entre sus palacios medievales encontramos el Palazzo Lanfranchi, sede del Museo Nacional de Arte, los antiguos palombari , antiguas cisternas que servían para proveer el agua a la localidad. Encontramos iglesias como la de San Francisco de Asís, de la que destaca el retablo desmembrado del siglo XV colocado en la balaustrada del Coro Alto, la Iglesia de San Francesco en la que destaca una impresionante fachada barroca del siglo XVIII. En uno de los puntos más alejados de la ciudad se encuentra el Convento de San Agustín cuya fachada es un estupendo ejemplo de arquitectura del barroco tardío.
«La historia se condensa entre las robustas colinas que dibujan el perfil de la ciudad”
Es la ciudad de la fotografía en el tiempo, te situés donde te sitúes dentro de la ciudad vieja encuentras una bonita captura, la verdad es que es cierto lo que leí una vez no recuerdo donde y decían que entrar en los Sasso era como “estar paseando por un pesebre”. De hecho no es casualidad que le llamen la segunda Belén y hay servido de escenario a películas como La Pasión de Cristo de Mel Gibson, El Evangelio según San Mateo de Pasolini.
Para mí los mejores lugares desde donde tomar panorámicas de la ciudad son: desde la plaza donde hay un mirador y donde se pueden admirar los sassi y si encima es al atardecer la fotografía será realmente increíble, desde la breve explanada de la Iglesia de San Pedro y desde la catedral.
En la ciudad además de mantenerse las antiguas cuevas hoy muchas de ellas reconstruidas como hoteles, restaurantes, tiendas de souvenirs o museos donde ver cómo estaban acondicionadas, como por ejemplo la Muestra de la Ciudad cotidiana o la Casa Gruta de Victor solitaio.
La interesante Matera también mantiene muchas de sus tradiciones como por ejemplo en el ámbito de la gastronomía, ya que perviven muchos de los negocios familiares. Antiguamente la ciudad era conocida como uno de los graneros de Italia, y de ahí que su harina tenga mucha fama, y la verdad es que es increíble lo buenísimo que está el pan en horno de leña; ya lo decía Roberto Linzalone, poeta local: “ Pane nostro quotidiano che sia solo materano”
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9 Comments
Que maravilla de lugar, un entresijos de historias excavadas en letras, a golpe de relato con precisa pluma o grácil te ingenioso tecleo
Un viaje a golpe de lúcidos ojos impregna el corazón de apetencia por des- cubrir, descubrir ese patrimonio de la humanidad archiconococido como vergüenza, que, haciendo honor a Dante, nos muestra como en su historia tbien el camino al cielo dio inicio en los infiernos
Viajes de conocer lo que hay tras el figurar, aprender lo que es por uno mismo, atravesar la vida, como CGJung, dijo, la vida va de la valentía de atravesar el laberinto de las pasiones.
Mil gracias por tus palabras. Desde luego no lo podías haber descrito mejor, eres una crack. Gracias por estar siempre ahí. Besos
Un lugar fantástico y descrito de una manera maravillosa.
Mil gracias por tus palabras. Besos
Increíble lugar, ….. ya tenía ganas de conocerlo, pero después de leer tu relato,….me iría ahora mismo.
Mil gracias por tu comentario. Merece mucho la pena, es una ciudad increíble y sus alrededores con el Parque de Murgia donde hay muchas iglesias rupestres también, así que no te lo pierdas.
Cuanto hay que ver y no me da tiempo en esta vida ,las cuevas de los trogloditas cuando vi ese titulo supe que me interesaria ,espero que pase esta situacion de caos para empezar a viajar de nuevo ,con todo lo que estoy recopilando gracias a tu blog ya tengo para entretenerme mucho tiempo,sin duda esta ciudad tiene mucha historia entre sus calles.Una maravilla
Perdon Gema las cuevas de los trogloditas estan situadas en Marruecos donde fuy hace cuatro años y me vino a la cabeza en ese momento,el tuyo es la ciudad troglodita. Una maravilla de ciudad
A mi tampoco me da tiempo porque me pasa lo que a ti que quiero ver todo, pero bueno, intentaremos ver lo máximo. Esta zona es muy chula, el viaje a Puglia metiendo Matera y el Parque de Murgia merece mucho la pena. A mi esta ciudad me sorprendió, cuando vas pasando por sus calles parece un mundo irreal a mi me recordaba mucho a la gran Jerusalém.
Y Marruecos ufff qué ganas de volver, he ido varias veces en coche, pero la siguiente sin duda será en moto y sí allí hay buenas muestras de cuevas trogloditas, qué país más chulo verdad. Mil gracias por tus comentarios. Besos