Marcada por la guerra y los asedios, la localidad portuguesa de Elvas, está situada en el distrito de Portalegre en la región del Alentejo, a pocos kilómetros de Badajoz. Fue conquistada por las tropas romanas debido a su situación estratégica y tras muchos intentos fallidos de conquista, finalmente fue reconquistada por Sancho II de Portugal en 1230, convirtiéndola en la reina de la frontera más antigua de Europa.
Ciudad repleta de palacios, iglesias, fortalezas y bonitas callejuelas adoquinadas, aunque si digo la verdad, a mi a veces no me parecían tan bonitas cuando iba con la moto y mucho menos cuando había que dejarla aparcada en una de sus maravillosas cuestas, pero bueno, es un lugar para perderse, se respira historia en cada paso, de ahí que fuera reconocida como Patrimonio de la Humanidad en 2012.
Su arquitectura militar se refleja a la perfección en el Fuerte de la Graça, como dijo Barao von Wiederhold:
“El fuerte continua siendo una obra prima de fortificación, cuyo arte se agotó aquí completamente (…)”.
Espléndida y grandiosa construcción situada en una elevación del lado norte de la ciudad, construida en el siglo XVIII por el Conde de Lippe. Está considerada por muchos historiadores como una de las fortalezas abaluartadas más importantes del mundo. Está construida por tres cuerpos: las obras exteriores, el cuerpo principal y el reducto. El cuerpo principal se inscribe en un cuadrado de 145 metros de lado y dispone de cuatro baluartes en sus ángulos. La iglesia de la fortificación posee planta de cruz griega y capilla mayor circular finalizando cada brazo abovedado en una tronera elíptica. Además se puede observar un aljibe que recorre toda la zona subterránea de todo el edificio.
Otro fuerte menos espectacular pero también de gran importancia es el Fuerte de Santa Luzia construido en el siglo XVII. La fortificación está construida por cuatro baluartes con un reducto cuadrangular en su centro, donde se encuentran la casa del gobernador de la plaza, la iglesia, una casa abovedada, varias casernas y dos aljibes. En el interior del fuerte hay un museo donde se puede observar la historia militar de la ciudad y los artefactos que han sido utilizados en las guerras de diferentes épocas.
Junto a sus fuertes encontramos el gran Acueducto de la Amoreira. Puesto que la localización de la ciudad está en lo alto de una colina provocó ya desde la ocupación musulmana que sus habitantes se abasteciesen de los pozos existentes intramuros y de algunos de los manantiales de los alrededores, pero cuando esto ya no fue posible por el aumento de la población se decidió construir el Acueducto en el siglo XVI por el mismo autor que el que construyó la Torre de Belén de Lisboa.
El acueducto se extiende desde el manantial principal por un entramado de galerías subterráneas de 1367 metros y recorre cinco kilómetros y medio sobre arquerías que llegan a superar en algunos tramos los treinta metros de altura.
Elvas sin duda es una ciudad cuartel, sus calles adoquinadas adornan cada rincón de la misma. La ciudad está rodeada por unas murallas que son un ejemplo notable de la primera escuela holandesa de arquitectura militar. El acceso a la ciudad se realiza a través de tres puertas dobles y por varias poternas abiertas en medio de los fosos. Nada más entrar es inevitable pensar en algunos de los poemas del Cancionero de Elvas manuscrito portugués del siglo XVI con música y poemas de la época renacentista. Es una de las fuentes más importantes de música profana en la Península Ibérica, con obras en portugués y castellano.
Sobre la Puerta de la Esquina se encuentra a Capilla de Nuestra señora de la Concepción, revestida desde el siglo XVIII con azulejos típicos de la arquitectura portuguesa tanto en su parte exterior como interior, pero en ésta también se puede ver la influencia holandesa ya que los motivos de decoración en los azulejos son siempre las preciadas flores tan valoradas y admiradas en ese país. Justo al lado, se encuentra el Polvorín de la Concepción, construido en la época de la Guerra de la Restauración, sirviendo en todo momento como almacén militar. Se trata de un edificio circular al cual se le añadieron en el siglo XIX tres torres con el objeto de instalar en ellas los pararrayos que sustituían a los anteriormente existentes. En la actualidad alberga una parte de la colección del Museo de Arte Contemporáneo.
Si seguimos en línea por la muralla dirigiéndonos hacia el baluarte de Santa Bárbara , pasaremos por el Trem o Arsenal, majestuoso cuartel cuya construcción se inició en 1694y a lo largo de los años fue desempeñando diferentes funciones militares. Aquí se fabricaban material bélico además de otros materiales como por ejemplo los que se utilizaban para restaurar las murallas; también pasaremos por los cuarteles y la Casa de las barcas construida a principios del siglo XVIII para servir de apoyo en la Guerra de Sucesión española, aquí se almacenaron las embarcaciones que deberían intervenir en operaciones militares para cruzar los ríos Caya y Guadiana. No hay que dejar de acercarse al Convento de San Pablo de gran importancia a lo largo de su historia, ya que pasó de albergar a los frailes a ser rehabilitado para albergar un regimiento e incluso funcionó como Tribunal Militar. Así llegamos al lugar más elevado de la ciudad donde se encuentra el Castillo que ha sido escenario de varios acontecimientos importantes en la historia portuguesa. Aquí al lado no hay que perderse la primera Cerca islámica iniciada en el siglo VIII.
El centro neurálgico de la ciudad se encuentra en la Plaza de la República pleno centro de la ciudad. Ahí se encuentra la Casa de la Cultura con una magnífica galería renacentista y una ventana de estilo manuelino que se puede ver desde la Rua da Cadeia. En el tímpano que decora la portada aparece esculpido en mármol el caballero con el estandarte, símbolo de la heráldica de la localidad, obra del último tercio del siglo XVIII. No hay que dejar de visitar la sala de exposiciones para ver restos de la muralla islámica que salieron a la luz cuando se procedió a su última remodelación. Al lado de la Casa de la cultura está la segunda cerca islámica, es la muralla que rodea la parte más alta del casco antiguo de la ciudad y hay parte que es visitable. En los alrededores de la plaza si nos dirigimos hacia el Baluarte del Príncipe se encuentra la Catedral levantada sobre una antigua iglesia, y finalizada en el siglo XVI. La construcción tiene un inclinación acorde a la ciudad y a su estilo, ya que es muy apropiado para ciudad frontera por tener como fachada una torre. Aunque su origen era de estilo manuelino, éste se fue perdiendo a lo largo de siglos debido a las alteraciones a las que se vio sometida por mandato de los obispos de la ciudad y actualmente se pueden ver varios estilos como por ejemplo el estilo barroco en su capilla mayor, un estilo muy medieval en las decoraciones, etc.
La ciudad tiene una gran cantidad de construcciones religiosas, desde iglesias, santuarios o conventos pasando por pequeñas ermitas. Cerca de la catedral se encuentran la Iglesia de las Dominicas que era un antiguo convento femenino fundado en 1528. Hoy en día la iglesia está dedicada a la Virgen de la Consolación, de planta octogonal con pórtico renacentista. Su interior fue revestido en su totalidad por azulejos. Y también está la Iglesia de Santa María de Alcáçova construida en el siglo XIII en el mismo lugar donde había una mezquita durante el periodo musulmán.
Si desde la Plaza de la República nos dirigimos hacia la poterna de San Francisco, pasaremos por la Rua da Cadeia y Torre Fernandina, a la que se puede acceder para ver una exposición sobre las fortificaciones de la ciudad, además de acceder por su escalera de caracol para conseguir unas bonitas fotos desde las alturas de la ciudad. Si se continua se pasa por la Iglesia de la Misericordia construida a principios del siglo XVI y el Museo de arte contemporáneo para llegar a la Fuente de la Misericordia construida en 1622, presenta un formato de templete cilíndrico, compuesto por peana y seis columnas con basas y capiteles cuadrangulares, sobre los cuales se apoya una cúpula semiesférica rematada con pináculo. En el centro de las columnas se encuentra una estatua ecuestre de Sancho II. En cuanto a fuentes se refiere, hay dos que no pasan desapercibidas la de San Lorenzo de la segunda mitad del siglo XVIII constituida por tres surtidores de los que el agua brota para un pilón rectangular y la Fuente de Sant Mónica situada al fondo de la Ruta de San Francisco del siglo XVIII y realizada en piedra caliza y mármol y lo más original es que está incrustada en la propia muralla.
Tomando nuevamente como referencia la Plaza de la República y yendo en dirección al Medio Baluarte de Santo Domingo nos encontramos con la Iglesia del Salvador, la Biblioteca Municipal y dos interesantes museos.
El Museo municipal de fotografía que acoge la colección permanente del Dr. Carpinteiro compuesta por una colección de máquinas fotográficas y fotografías antiguas de la ciudad, y el Museo militar situado en las instalaciones del antiguo regimiento de Infantería. Además de la colección de material militar también se puede admirar el Claustro del Convento de Santo Domingo fundado en 1267 y levantado sobre una ermita con una fantástica fachada gótica.
En la ciudad también se pueden encontrar otros conventos como el de San Francisco que data del siglo XVI, el de San Juan de Dios que sirvió como hospital militar, el de Santa Clara que pese a que su exterior no dice mucho, su interior es una preciosidad donde destaca el retablo tallado y dorado de “estilo nacional”.
Y por ultimo no hay que irse de la bonita localidad sin ver lugares emblemáticos para la ciudad como el Cementerio de los ingleses que conserva un rincón ajardinado con cuatro sepulturas de militares ingleses caídos a principios y mediados del siglo XIX, o el Padrón de la Batalla de las Líneas de Elvas realizadopara conmemorar la victoria que marcó la independencia definitiva de Portugal.
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