La caótica pero divertida ciudad de los contrastes, guarda su esencia de ciudad asiática; en ella, reina el orden y el desorden, con bonitas estructuras arquitectónicas mezcladas con edificios destruidos, es la gran ciudad donde su principal aspecto es la multiculturalidad, principalmente encontramos las culturas china, malaya e india.
Kuala Lumpur es la capital y la ciudad más grande de Malasia, en malayo su nombre significa “Confluencia de lodo” y esto se debe a que se encuentra donde confluyen los ríos Klang y Gombak en el estado de Selangor.
Al coger el taxi a la salida del aeropuerto ya empezamos a ver que el tráfico va a ser un problema en esta ciudad, y más cuando el taxi lo conduce un señor de mediana edad que aparentemente tiene mucha prisa, nos dice que si puede subir la radio para que empecemos a conocer su música, la puso altísima y se puso a cantar mientras que iba haciendo zig zag entre los numerosísimos coches que nos encontramos por el camino, le dije que por favor la bajara un poco que podríamos conocerla a un menor volumen y sorprendida me dejó cuando me dijo “ lo hago por ti, para despertarte porque traes cara de sueño” ante esa contestación la verdad me entró la risa, y ya pasamos un rato de charla muy divertido aunque con algún sobresalto.
Cogimos un hotel al lado de las Torres Petronas, íbamos a estar sólo un par de días, y quería alojarme por esa zona. Asia es un país fantástico para darte homenajes, sus precios son muy asequibles y tienes acceso a grandes hoteles a precios de un mediano hotel en España. Dejamos las mochilas y nos fuimos a disfrutar de esa ciudad y fotografiar lo que tantas ganas tenía de ver, las grandes torres acristaladas llenas de luz. Al salir del hotel ya notamos ese calor horroroso y húmedo de la ciudad, sabíamos que íbamos a pasar calor pero nunca pensé que pasaríamos tanto, aunque la verdad daba igual, mi cara ya había cambiado por completo, se me había quitado el sueño de repente y mis ojos ya empezaban a brillar de la emoción.
Pese a que el hotel estaba al lado, tardamos un poquito en llegar porque no avanzábamos un metro sin pararme a hacer fotos, adoro las fotos de las calles en todos los países pero en los asiáticos más, esa mujer de negro totalmente tapada, ese chico tirado en el césped del parque, esos extranjeros que a la legua se les nota que están de viaje de novios, etc., y por fin, las tenemos delante, impresionante el símbolo de la modernidad de la ciudad, no se si las tenía idealizadas pero la Torres Patronas me gustaron muchísimo. Tras realizar un montón de fotos desde todos los ángulos, realicé la que más me gustaba, tumbada en ese césped de ese parque maravillo cogiendo las torres desde abajo; el parque estaba lleno de turistas, unos con sus trípodes esperando esa luz ideal que hará que la foto sea capturada en el momento perfecto, otros tumbados como yo, otros intentando crear un video con el juego de luces y música del lago, etc.
El edificio de las Petronas –hormigón, acero y cristal– es en sí mismo una ciudad que en su interior alberga un imponente centro comercial de seis plantas, el Suria KLCC. Son también de los edificios que merecen una visita de día y otra de noche –aunque solo sea para la foto– porque su trabajada iluminación hace que su imagen cambie drásticamente. Con los neones encendidos parece un edificio mucho más futurista.
▪La planta inferior tiene un diseño de estrella de ocho puntas que recuerda los arabescos musulmanes.
▪Cada torre está formada por cinco niveles, como representación de los cinco pilares del Islam.
▪Los mástiles que las coronan miden 63 metros de altura.
▪Los cimientos que soportan las torres son los más hondos del mundo. Deben soportar un peso de 270.000 toneladas.
La foto más realizada por los turistas se realiza desde la pasarela que une los dos edificios en el piso 41. Las torres gemelas representan el cambio de una ciudad que ha pasado de ser poco más que un campamento minero a una moderna ciudad del siglo XXI.
Otro lugar para fotografiar desde las alturas es la La KL Tower que mide 421 metros, un poco menos que las Torres Petronas, pero es posible subir hasta arriba, así que las vistas también son fantásticas o yo diría que incluso mejores. Hay una cosa chula y es que se puede descender la colina atravesando la reserva natural, siguiendo sus diversos senderos o desde las alturas por sus puentes colgantes. También podeis acudir a la Torre Menara Telekom o la torre Menara Maybank.
Moverse por el interior de Kuala a pie es complicado, están mezcladas las vías de seis carriles y pasos elevados con las calles que apenas tienen aceras y grandes zonas verdes, así que lo mejor es coger el metro (LRT Monorail) que funciona con fichas tal y como funcionaba España hace muchísimos años, con lo cual ya sabes fotito. También se puede coger un autobús urbano gratuito que recorre gran parte del centro de la ciudad con paradas en los puntos de mayor interés turísticos cuando yo estuve el autobús era color morado. También hay un monorail, que circula por una única vía elevada. asi que hay opciones, y por supuesto siempre el taxi que no lo recomiendo porque hay mucho trafico y os tocara bajaros antes de vuestra llegada porque se hace eterno llegar a cualquier lugar.
La Plaza Merdeka también conocida como Plaza de la independencia porque fue ahí donde en 1957 se declaró ésta, fue usada en la época británica como campo de críquet; encontramos el precioso edificio Sultan Abdul Samal (foto de cabecera del post) con sus cúpulas recubiertas de cobrey su torre del reloj de 41 metro, es el mejor ejemplo de la arquitectura malaya, y ha servido como casa del Sultánn, sede de la Corte de Justicia y Ministerio de Cultura y Comunicación.
En frente encontramos el Museo textil nacional donde se exponen tejidos y te dan una explicación sobre la elaboración de sus típicos trajes. De ahí fuimos a a la Mezquita Jasmek que es la más antigua de la ciudad construida en 1909, está en la confluencia de los ríos Kling y Gombak. Compuesta de pabellones abiertos, es una preciosidad de sitio aunque yo reconozco que no la disfruté, es más me agobié. Cuando llegamos a la entrada para sacar el ticket me quedé sorprendida cuando me dijeron que no me podía poner mi pañuelo para cubrirme la cabeza sino que me tenía que poner una túnica con capucha. No me había pasado en ningún país de todos los que había estado, pero son sus costumbres y hay que respetarlas, así que me lo puse, las había negras y moradas, así que cogí la morada que me parecía menos triste. Al ponerme la túnica tuve una sensación horrorosa, primero porque hacia un calor con ella que era insoportable y segundo por lo que pesaba, desde luego que es un lastre para las mujeres y claro me entró mal rollo y me dio por pensar cosas que prefiero no recordar, pero la verdad no lo disfruté nada, estaba loca por quitármelo de encima, con lo grande y ancho que era, sentía que me oprimía, no sólo el cuerpo sino también la cabeza.
Durante mucho tiempo fue la principal mezquita del país pero en 1965 se abrió la gran mezquita nacional de Masjid Negara inspirada en la Gran mezquita de la Meca. Construida con hormigón armado, muestra una decoración que fusiona influencias malayas, árabes y modernas. Su diseño es claramente árabe y está rodeada de un jardín con palmeras que miran hacia el caudal de los ríos y la verdad es que es un sitio muy relajante. La mezquita tiene tres domos que rodean un salón de plegarias y desde donde vais a realizar bonitas capturas desde los minaretes que encontrareis en las esquinas. El techo es como un paraguas de azulejo azul cuyas 18 puntas simbolizan los 13 estados de Malasia y los cinco pilares de del Islam. Tiene capacidad para 15.000 personas.
Proseguimos nuestro camino hacia el Templo taoista de Sze Ya construido en 1864 y muy venerado por la comunidad china. Me encantan las fotos que se pueden realizar ahí de la personas que ponen el incienso y tiran sus palos de madera acompañados de donaciones.
Otro templo bastante más espectacular de ascendencia china es el templo Thean Hou conocido como el templo de las luces porque se sitúa en la ladera de un monte que por la noche encienden los farolillos para alumbrar el camino. Este templo construido entre 1981 y 1987 mezcla elementos budistas, taoistas y confucionistas. Alrededor del templo se pueden contemplar jardines de hierbas medicinales y animales de la astrología china con lo cual las buenas fotos están aseguradas, además hay unas vistas muy bonitas de la ciudad ya que se ven los edificios de la zona central, la torre de comunicaciones y las Petronas. Si podes ir al atardecer y así luego fotografiais las luces de los farolillos.
Cerca vimos unos puestos de comida así que decidimos empezar a probar esa comida callejera que tanto nos gusta tomar. Compramos las famosas brochetas de cangrejo y pulpo, unos buñuelos de patata y una bandeja de fruta donde encontramos papaya, piña, mango, fresas y melón, las brochetas estaban buenísimas pero los buñuelos, uff eso no había quien se los comiera.
En Chinatown también encontramos el Templo hinduista de Maha mariamman, consagrado a la diosa Mariamman fundado en 1873 aunque en el año 1968 se construyó una nueva estructura. Se trata de una torre Gopuram un estilo típico de los templos del sur de India. Tiene una preciosa fachada conformada por cinco niveles con 228 deidades hindúes los cuales fueron esculpidos por los artesanos de la India meridional.
Proseguimos hacia Jalan Petaling es el corazón comercial del barrio, lleno de tiendas donde se puede comprar de todo, desde fruta hasta ropa y complementos de imitación, restaurantes, puestos de comida, es una calle muy animada y cuando va cayendo el sol y entrando la noche más todavía.
También hay numerosos locales donde te dan masajes en los pies, me paré en uno que tenía una pinta estupenda y en ese momento salía una pareja de españoles diciéndonos que se habían dado varios y que este sitio era el mejor, así que entré y por tres euros estuve 45 minutos a placer. Empezó a caer el sol y no me quería perder un lugar que me habían recomendado antes de ir a cenar, un helipuerto que al atardecer lo ponen como bar, es un lugar increíble, estás tan cerca del cielo que parece que lo puedes tocar y encima con esos colores, estaba alucinada con el lugar, jamás habría pensado que una vez que dejan de aterrizar los helicópteros aquello se convertiría en un sitio tan chulo, bueno, chulo por las vistas y por lo que es , porque el bar es totalmente normal y las sillas de la terraza bastante incómodas, pero la verdad como si nos hubiésemos tenido que sentar en el suelo, el sitio era para recordar.
Una de las cosas que mejor puedes hacer en la ciudad es ir de compras:
Nos acercamos a Chow Kit, el mercado donde realmente compran ellos y donde hay pocos turistas. Está abierto desde el amanecer hasta el atardecer ya que no hay muchos puestos donde haya luz eléctrica. Encontramos de todo, desde vegetales, frutas exóticas, productos de limpieza, menaje, pescados y lo que más me llamó la atención sin duda fueron las grandes cabezas de vacas. Existen puestos de comida entre callejones, charcos y restos comida por el suelo, un lugar auténtico de verdad, al que siempre recomiendo no faltar.
Central Marquet un edificio en azul que es el mercado para turistas Es un mercado de artesanía y souvenirs para turistas que cuenta con 228 tiendas y varias cafeterías y restaurantes.En sus puestos encontrarás artesanía, obras de arte o moda tradicional malayas, como kebayas, telas típicas, songket o prendas batik, es decir, teñidas con patrones diseñados. También hay puestos de retratos y caricaturas y una zona de Food Court con algunos restaurantes donde puedes saborear platos malayos tradicionales.
Hay muchos centros comerciales pero si quereis ver algo espectacular no dejes de visitar el Berjaya Times Square, un centro comercial con un parque de atracciones en su interior, con montaña rusa incluida. También me llamó mucho la atención en Jalan Bukti Bitang un centro comercial llamado Plaza Low Yat tan grande dedicado únicamente a tecnología. Encontrarás móviles, ordenadores, drones, tablets, cargadores, piezas de repuesto… en fin, ¡todo lo que te propongas! Tiene hasta 6 plantas llenas de pequeñas tiendas donde hay originales y copias. También está el Pavillion, el KLCC
En esta zona encontramos un sitio maravilloso para comer que es Jalan Alor: Constituye un auténtico paraíso gastronómico, pues concentra el mayor número de puestos de comida callejeros de la ciudad. Se pueden encontrar puestos de platillos malayos, indonesios, tailandeses, chinos y de un sinfín más de regiones asiáticas. La gastronomía típica de la ciudad malaya es generosa en sabores y aromas, pues aúna las influencias hindúes, chinas y de las antiguas etnias. El resultado es un recetario tan variado y multicultural como su sociedad. A los malayos les encanta comer, de hecho presumen de hacerlo a todas horas, y tienen predilección por los sabores picantes. Aunque existen numerosas especialidades, hay algunas que hay que probar sí o sí:
• Nasi lemak: es elplato oficial del país, el cual lleva arroz cocido en leche de coco y acompañado de salsa picante, anchoas, cacahuetes tostados y huevo.
• Hokkien mee: fideos fritos en salsa de soja, con sepia, repollo, carne y cortezas de cerdo.
• Satay: porciones de pollo o ternera espetadas en un pincho de madera y acompañados de cacahuetes tostados, croquetas de arroz gelatinoso y pepinos.
• Char siew rice: arroz con guarnición de carne de cerdo a la barbacoa.
• Laksa: fideos cocidos en crema de coco; otras veces, en sopa de pescado y tamarindo.
• Roti: pan de harina de trigo, que suele emplearse como acompañamiento, aunque otras veces se enrolla y se rellena.
Antes de irnos hacia las Cuevas nos detuvimos en Little India que se encuentra en el corazón del barrio de Brickfields. A pesar de que no es tan espectacular y no tiene el colorido de otros Little India que he visitado en otras ciudades, tiene su encanto y algunas cosas interesantes. Entre sus calles se cuelan aromas a sándalo, a jazmín y a especias, y aquí, se puede ver el centenario templo de Sri Kandaswamy, con su impactante fachada rebosante de estatuas de deidades hindúes. También se puede disfrutar de manjares indios tradicionales o comprar azafrán, canela, comino o telas hindúes en la calle Jalan Tun Sambanthan. También se puede visitar el Templo de Sri Kandaswamy en la calle Jalan Scott. Tiene más de un centenar de años de antigüedad y es uno de los más ortodoxos del país, pues siguen rígidamente los preceptos de las escrituras Saiva Agama.
Al margen de esta curiosidad, lo cierto es que se ha convertido en uno de los más populares, en buena parte debido a su bonita fachada. Ésta luce una arquitectura típica del estado de Tamil Nadu -India-, en la que predominan las esculturas de dioses hindúes, presidida por una gopuram, una torre-puerta ornamentada que da acceso al templo, y coronada con bonitas cúpulas doradas.
Las Cuevas Batu que están a unos 45 minutos en tren de la ciudad. Son un lugar de culto hindú dedicado al dios guerrero Murugan; son unas cuevas naturales, cargadas de misticismo y decoradas con varios Dioses hindúes, es un sitio muy visitado tanto por turistas como por devotos. Realmente son varias cuevas juntas, la principal se llama “la catedral” de unos cien metros de altura, el museo de la cueva, Rmayana, Valluver Kottam o la cueva oscura. Cada año a finales de enero o principios de febrero, un millón de peregrinos confluyen en las cuevas para celebrar los tres días del Thaipusam. La carroza de plata de Muruga preside la procesión desde el templo de Sri Mahamarianmman en Chinatown. Los devotos se someten a si mismos a actos dolorosos a modo de agradecimiento por las plegarias escuchadas; llevan ofrendas de tarros de leche enganchados a la piel, unas jaulas grandes de pinchos que perforan la piel, etc. Al salir del metro, se cruza al lado derecho de la vía y tras avanzar 50 metros encontramos un Dios inmenso en color azul verdoso, que dicen que es un toro aunque a mi la verdad mucha cara de toro no me parece que tenía, pero la verdad es que es chulísimo. Avanzamos y vamos viendo al lado izquierdo pequeños templos, estanques con unos enormes peces, y según nos vamos acercando a la entrada de la cueva voy viendo a esos peludos animalitos que tanta manía tengo y que en Asia están por todas partes, ¡qué cantidad de monos! Pero pronto se me olvidaron, cuando vi la figura de 43 metros tan venerada por el pueblo hindú y que tanto me gusta, y ahí delante de mí, ya no me limito a verlo en internet, en los libros, en IG, lo tengo delante, lo puedo tocar, lo puedo sentir, me chifla. A las cuevas se accede través de 272 escalones tallados en la roca, nos contaron unos lugareños que cuando llegas arriba tienes que darte la vuelta, respirar profundamente y recitar el mantra “gore, gore wasa gore” tres veces, debes pedir un deseo y se te cumplirá, así que como “donde fueres haz lo que vieres” en cuanto llegué arriba, respiré, canté y pedí el deseo junto a ellos. Me encantó ver esos pequeños templos hindúes con gente rezando, ellas con sus saris de colores y esos ojos de mirada penetrante y ellos con esa piel casi azabache, de ojos negros brillantes, insinuantes y llenos de intimidación.
Kuala Lumpur es una capital verde que alberga varias reservas forestales dentro de su casco urbano. Una de ellas es el Bukit Nanas, en pleno centro, considerado uno de los bosques vírgenes más antiguos del mundo en el interior de una ciudad. En ella habitan musarañas, aves, monos y ardillas, el jardín del lago que es el más añejo de la capital malaya. Construido sobre una antigua mina, está rodeado de arboleda y de más de un centenar de variedades de plantas y flores tropicales, entre las que campan un sinfín de animales.En él hay un decena de lagos y estanques, por los que puedes navegar en barca. Además, alberga el parque de las mariposas donde podrás ver más de un centenar de especies, la mayoría de origen local.
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