Conocí la maravillosa Petra en la escala que hice en Amán al regreso de un viaje por India, y como me dejó totalmente cautivada cuando fuimos a Israel, continuamos el viaje por algunos lugares de ese fantástico país.
Amán, aunque es una ciudad que no me gusta mucho, tiene algunas imágenes de esas que me encanta fotografiar. Es un verdadera ciudad de contrastes, combina caracteres tradicionales con una modernidad absoluta y ahí está su encanto. Su ruido y su tráfico en numerosas ocasiones desesperará, pero luego lo verás recompensado en alguna bonita tetería tomando un maravilloso té con cardamomo tras haber realizado algunas compras en el gran zoco de la ciudad conocido como Souk Jara. Lo más destacado de la capital de Jordania es su Teatro Romano situado en el centro de la ciudad construido en el año 151, la Ciudadela que conserva vestigios del Templo de Hércules, del Palacio Omega y de una preciosa iglesia bizantina, la Gran Mezquita del Husseini y el Museo Arqueológico, ubicado en la colina de ésta que alberga yacimientos arqueológicos que datan desde tiempos prehistóricos hasta el siglo XV.
Ammán muestra al viajero el rostro más moderno y cosmopolita del país
Tan solo a cuarenta kilómetros de Ammán se encuentra la preciosa Jerash. Entrar en las magníficas ruinas romanas de Oriente Próximo es como pasear por la Antigua Roma. Mires donde mires es arte en estado puro, aunque haya lugares que estén completamente destruidos por la gran cantidad de invasiones que tuvo la ciudad y sus terremotos.
La antigua Gerasa, como era conocida en la época de su mayor esplendor, revela un perfecto ejemplo de urbanismo formal. Su Arco de Adriano es el monumento más famoso de la ciudad, que se construyó para conmemorar la visita del emperador, con sus tres arcos, siendo el mayor de trece metros. Junto a él encontramos el Hipódromo, hoy parcialmente restaurado, pero que llegó a ser uno de los más grandes en su momento, ya que llegó a contar con 15.000 espectadores. A continuación se encuentra la fascinante y sorprendente plaza ovalada, desde ahí se pueden hacer varios recorridos por la ciudad para admirar, la avenida de las columnas, el templo dedicado a las Ninfas, el Templo de Artemis, el Templo norte, etc. Es una verdadera delicia pasear y admirar la «Pompeya de Oriente«
El sitio arqueológico de Wadi Musa, es la maravillosa ciudad nabatea excavaba en las rocas, donde emerge entre las montañas con ese color rojizo que desde luego superó todas mis expectativas. Si me gustó la primera vez que fui, me fascinó la segunda, pude captar mejor su esencia, su significado, el paso de su tiempo…no es de extrañar que sea una de las Maravillas del Mundo declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1985. Pasear por su Siq (desfiladero de un kilómetro) rodeado por acantilados que se elevan hasta los ochenta metros de altura, es inolvidable, admiras entre la piedra colores y figuras difíciles de imaginar si no estás allí; sorprende su buen estado de conservación, ya que hasta es posible apreciar los conductos de agua y su sistema de cisternas. Ese camino se puede hacer andando, en camello, en caballo, etc.
Pero sin duda, lo más impactante es ese Tesoro que cambia de color en función de la luz del día, unas veces más rosado, otras más anaranjado, pero da igual el color, esa fachada eclipsa todo lo que hay a su alrededor.
La arquitectura de Petra es majestuosa, el precioso anfiteatro de estilo romano, el gran número de tumbas excavadas en las rocas con pinturas y grabados, los baños, el impresionante monasterio Ad-Deir que se accede a él a través de unas ochocientas escaleras excavadas en la misma roca, hacen de “la ciudad rosa” un gran tesoro en el que nunca ves su fin.
De camino a la «ciudad de los mosaicos» pasamos por varios pueblos donde se podía ver esa Jordania que no se visita, esa que todo el mundo pasa de largo pero que a mi tanto me interesa; me encanta ver las zonas rurales de los países, donde todavía no hay mucho turismo y las personas se muestran tal y como son. Me llamó mucho la atención que fueras por donde fueras, las fotografías del rey y su familia estaban presentes a lo largo del país; se encuentran por las ciudades, pueblos y lugares públicos.
La pequeña ciudad de Madaba conocidapor poseer el famoso mosaico de representación cartográfica más antiguo de Jerusalem y Tierra Santa,es uno de los lugares culturales y religiosos más importantes de Jordania. El mosaico se encuentra en el ábside de La iglesia ortodoxa de San Jorge que se erigió sobre una iglesia bizantina del siglo VI. . Del mapa-mosaico, el cual data del siglo VI, sólo se conservan algunos metros de los iniciales, pero suficientes para observar la gran belleza de esta obra artística, que representa el área que va desde el Líbano hasta el delta del Nilo y desde el mar Mediterráneo hasta el desierto arábigo. Es impresionante ver cómo con pequeñas piezas de mármol de diferentes colores bien ordenadas se puede decir tanto. Nos acercamos a una escuela de mosaicos de la ciudad, para ver como cuidadosamente los artesanos ponen las teselas unidas mediante yeso u otro componente, componiendo diferentes composiciones geométricas o figurativas. Uno de los mosaicos que sin duda más me gustaron fueron los que representan el Árbol de la vida. Los mosaicos sin duda entusiasman, maravillosos los del Museo arqueológico donde destacan los dedicados a flores y aves.
A continuación nos dirigimos a otro hito de la Jordania biblíca, Monte Nebo, lugar donde según la Biblia, Moisés divisó la Tierra prometida y dónde los teólogos dicen que éste fue enterrado. Desde allí hay unas bonitas vistas al Mar Muerto y a las montañas de Cisjordania, además de haber construido una iglesia bizantina con tres ábsides, que alberga una magnífica colección de mosaicos bizantinos trabajados con diminutas piezas de mármol. Al descender la montaña se encuentra el lugar, Patrimonio de la Humanidad , donde San Juan bautizó a Jesús. Es un remanso al margen occidental del río Jordán antes de desembocar en el Mar Muerto, además se encuentran, el Monasterio Greco Ortodoxo de San Juan y una capilla franciscana.
Siguiendo el camino se llega al famoso Lago endorreico salado de más de setenta kilómetros de largo y dieciocho de ancho, situado entre Israel y Jordania. Lugar ideal para flotar debido a su salinidad y para curarse de diferentes enfermedades ya que posee características propicias para la salud, como cubrirse el cuerpo con sus barros debido a los depósitos de asfalto. Así que no nos podíamos ir de allí sin probarlo, primeramente nos embadurnamos de barro y tras permanecer con él el tiempo recomendado, nos fuimos al agua. Estando flotando plácidamente, empezamos a ver cómo una mujer movía sus brazos pidiendo ayuda acompañándolo con sucesivos gritos. No sabía muy bien qué pasaba, porque claro , ahogarte es imposible y debido a la cantidad de sal, tampoco viven ni peces ni plantas en él; nos acercamos y no podíamos parar de reirnos cuando nos dijo que era incapaz de ponerse de pie; le ayudamos a salir y escucharle cómo contaba el agobio que tenía porque en un lugar donde le cubría por la cintura era incapaz de salir, fue tan divertido que nos estuvimos riendo con ella nosotros y todos los que estaban a alrededor.
Había que volver, no había más días, pero sabiendo que era un país lleno de contrastes donde sólo habíamos visto los lugares más importantes . Nos quedaban esos castillos, valles y rincones que tantas veces he admirado y que tantas ganas tengo de visualizar y fotografiar.
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10 Comments
Fantásticos reportajes Gema! Muy ilustrativos! Que maravilla conocer tantos increíbles lugares! Gracias por compartir los!
Muchísimas gracias Laura, me encanta que te guste, y gracias a ti por dedicar tu tiempo a mis textos; estoy subiendo los viajes poco a poco porque si espero a tenerlos todos escritos hubiera tardado mucho en lanzar el blog. Espero que te sigan gustando. Feliz tarde. Besos
Que maravillo país Gema, no sé si tendré ocasión de visitar, pero leerte ha sido como si recorriera estos fantásticos lugares!!! Felicidades!
Mil gracias Kata, me encanta que recorras los lugares conmigo, es un sitio precioso en el que disfrutarías mucho, ya verás como si lo visitas y nos haces disfrutar con tus fotos. Besos
Que maravilla Gema…es un país que tengo pendiente y a través de tu relato es casi como si lo hubiese visto. Me gusta muchísimo!!! Un abrazo mi querida amiga!
Mil gracias preciosa, pues de verdad es un viaje que no hay que perderse, ya sabes Israel y Jordania, no te van a defraudar. Mil gracias por dedicar tu tiempo a mi blog. Feliz tarde. Besos
Uno de mis sueños cumplidos: Viajar a la «ciudad rosa», a través de tu relato.
Desde muy pequeña me llamó la atención este destino tan bellísimo e impresionante. Desgraciadamente, apenas he podido viajar. Afortunadamente, me he topado contigo y puedo hacerlo gracias a tus foto y a tus textos tan fieles y elaborados.
gracias, Gema!
No sabes cómo me alegro de que te gusten mis textos y que con ellos te haga llegar un poquito de cada rincón del mundo que yo tanto valoro, Petra es un sueño, para mi era de esos destinos que decía «hay que conocerlo» y la verdad es que no me defraudó nada, sino todo lo contrario, volvería sin dudarlo. Mil gracias Claudia, no sabes cómo valoro tus palabras. Feliz noche!! Besos
Me ha encantado leer este post sobre Jordania, relatas genial, haces que uno viva lo que cuentas.
Es mi sueño viajar allí y espero poder cumplirlo más pronto que tarde. Un beso Gema
Mil gracias Carlos por tus palabras, es un lugar increíble que te gustaría muchísimo, ya verás como en breve vemos preciosas fotos de allí en tu galería. Besos