San Francisco, se caracteriza por sus calles empinadas, es de los pocos sitios en los que para recorrerla he cogido en varias ocasiones transporte público; me gusta caminar por las ciudades para no perder detalle de ellas pero aquí el palizón es tremendo por las continuadas y pronunciadas cuestas. También hice otra excepción en la visita a la ciudad y fue alojarme en una zona retirada del centro; siempre quise estar en una de las casas de colores que hay en Alamo Square, así que busqué por la zona casitas similares y encontré un fantástico hotelito regentado por un matrimonio que nos comentaron que les quedaban dos años para jubilarse y que cerrarían el local, ¡una pena! Sin duda hubiera vuelto allí en otras ocasiones.
El barrio de Alamo Square, declarado como histórico por el Departamento de Urbanismo, muestra su mayor interés en las conocidas “The Painted Ladies”, esta sucesión de casas de colores tan fotografiada y tan vistas en diferentes películas, es un verdadero deleite, cuando por encima de ellas se asoma como telón de fondo los rascacielos del centro de la ciudad. El barrio entero está salpicado de preciosas casitas victorianas de madera que nos hacen pararnos continuamente y no dejar de fotografiarlas. Un parque situado en una colina ocupa el corazón del barrio, y desde ahí se obtienen bonitas capturas de la ciudad.
El famoso barrio de Castro, sinónimo de modernidad y símbolo de movimiento gay convirtiéndose en los años 70 en el gran centro de la comunidad homosexual está situado en lo que se conoce como Valle de Eureka, de numerosas avenidas de casas bajas, siendo la calle Castro la principal junto con su Teatro del mismo nombre, el cual fue construido en 1922 y es donde hoy se realiza el Festival de Cine LGTB de la ciudad. El centro neurálgico de este barrio es la confluencia de la calle Castro con la 18th street, lugar conocido como “las cuatro esquinas más gays de la Tierra”, los pasos de cebra son banderas arcoiris, en honor a su bandera. El nombre del barrio proviene de José Castro, gobernador de California y líder de la oposición mexicana contra la toma de California por parte de los EEUU. Antes de que el barrio fuera un símbolo gay en el mundo, fue el hogar de la comunidad de irlandeses y escandinavos. En los años 50 grandes cantidades de familias se trasladaron de este barrio a los suburbios dejando gran cantidad de edificios vacíos que serían ocupados por inquilinos LGTB, y así en 1963 abriría el primer bar oficialmente gay del Castro llamado Missouri Mule. El barrio como símbolo del mundo gay adquirió su apogeo a finales de los años 60 con el movimiento denominado “Summer of love” en el vecino distrito de Haigth-Ashbury en 1967. Así los dos vecindarios que están separados por una colina donde se encuentra el Parque Buena Vista, fomentaron la vida comunal y las ideas de una sociedad libre.
Si queréis ver una peli donde habla del origen de este barrio, no os perdáis “Mi nombre es Harvey Milk” de 2008 protagonizada por Sean Penn y James Franco que recorre los últimos ocho años de la vida de Harvey Milk, el cual en 1977 fue elegido concejal del Ayuntamiento de San Francisco, convirtiéndose en el primer hombre gay reconocido en ocupar un cargo público.
Y si queréis hacer una foto de este icono acudir al 575 de la calle Castro que está tanto su vivienda como su negocio Castro Camara, en la plaza que lleva su nombre podéis encontrar una estatua de él. Nosotros también paramos en el bar Harvey a tomar algo y a ver las fotos antiguas del barrio que decoran sus paredes. Este barrio está lleno de color, de tiendas, de bares de restaurantes, etc. decorado con banderines con los colores de la comunidad gay. Es un barrio lleno de encanto donde perderse por sus rincones, sus casas victorianas y sus colores es una auténtica delicia.
En la cercanía se encuentra el barrio Haight-Ashbury. El 14 de enero de 1967 el barrio se llenó de hippies para acudir al Festival Human Be-In en el parque Golden Gate, muchos de ellos decidieron quedarse y convirtieron a este barrio, que hasta ahora había sido un modesto barrio de bonitas casas victorianas de bajo precio, asequibles para los jóvenes de la época, en un el centro neurálgico del movimiento hippie que en esos momentos estaba en su mayor auge en el país. Las fachadas de las casas, sus tiendas con unos escaparates muy trabajados y en su mayoría muy tematizadas, las pintorescas personas que viven allí, hacen que sea una de las zonas curiosas de San Francisco, es por definición el barrio alternativo. Todavía permanece el reloj en la intersección de las calles Haight y Ashbury marcando las 04:20, haciendo referencia al término de código en la cultura del cannabis.
Al pasear por esta zona se pueden ver también las bonitas casas pintadas de colores propiedad de Janis Joplin, Jefferson Airplane o Jimi Hendrix, además de poder disfrutar de un bonito picnic en el parque Golden Gate pasando previamente por Hippie Hill.
Seguimos hacia la gran joya de la ciudad, el Golden Gate Park, impresionante parque tanto por sus dimensiones como por su riqueza y alternativas, destaca el molino holandés, el jardín japonés, jardín de Shakespeare, el Conservatorio de flores ubicado en una edificio de estilo victoriano que permite descubrir una gran variedad de flores silvestres y conocer la flora autóctona de California, Buffalo Paddock, que es una reserva donde vive una manada de bisontes autóctonos, además de los museos de la Academia de la Ciencia (sede del planetario, el acuario, un bosque tropical viviente de cuatro pisos y un museo de historia natural bajo un ondulante techo viviente) o el Museo Young que cuenta con una gran colección de arte de los siglos XIX y XX y una gran exposición de arte africano, y lo que son muy bonitas son las vistas desde su torre de observación.
» El corazón esmeralda de la ciudad»
Al día siguiente teníamos prevista la visita a la prisión de Alcatraz situada en la bahía de San Francisco, al ser una lugar muy visitado, habíamos reservado la entrada por internet, nos acercamos al muelle 33 lugar donde se cogen los barcos para trasladarte a la isla y volvimos a disfrutar de unas preciosas vistas de la ciudad durante unos 15 minutos. La visita es muy interesante, la prisión está muy bien conservada y muestra un buen reflejo de lo que puede ser la vida en la prisión. A la llegada te dan una guía y una audio-guia en castellano realmente buena, con mucha información y muy bien estructurada, cosa poco común en las audioguías. Hace un recorrido por la historia de la prisión, personajes que pasaron por allí, la fuga de Frank Morris, John Anglin y Clarence Anglin, etc. por boca de narradores que en su día fueron protagonistas de la historia de la prisión. Son cuatro funcionarios de prisiones y cuatro presos los que te van acompañando a través de sus historias. Sin duda es un lugar imprescindible en la visita a San Francisco.
A la vuelta de Alcatraz, visitamos el Fisherman´s Wharf, es una zona muy muy turística llena de restaurantes y tiendas. Es una zona muy importante ya que aquí se construyó el primer puerto de la ciudad que daría lugar al primer asentamiento. Dicha construcción tuvo lugar en 1853 y debido a su buena ubicación en poco tiempo consiguió convertirse en uno de los principales puertos marítimos de toda California. Aquí se encuentra el famoso Muelle 39, para mi el mejor sitio debido a la colonia de leones marinos que tienen allí su hábitat. Miles de criaturas tomando el sol, jugando y disfrutando del agua, os podéis imaginar aquí no parareis de hacer fotos. En este mismo muelle hay restaurantes, tiendas, puestos callejeros, etc., no olvidaros de probar el còctel de crangrejo y la maravillosa crema de almejas que ponen dentro de un pan redondo, y si eres goloso pues ya sabes un helado Ghiradelli.
En esa zona también es interesante visitar el Muelle 45, que es el lugar desde donde sales los cruceros y las barcas, con lo cual aquí también se pueden realizar maravillosas fotos de la vida cotidiana de la ciudad. Aquí también se encuentra el submarino Pampanito y el barco Jeremiah 0`brien, que te recordarán episodios de la Segunda Guerra Mundial.
Después se puede dar un paseo por la zona de Marina que cuenta con una gran extensión de césped con un paseo en paralelo acompañado de preciosas casas en un lateral y en el otro lado la bahía con el Golden Gate. El paseo estaba siendo muy agradable pero habíamos planificado comenzar la tarde cruzando el famosísimo Golden Gate Bridge, ¡qué emoción! Tenía muchísimas ganas de atravesarlo en coche, andando, no se, estar ahí me parecía fascinante.
Antes de cruzar el puente hicimos una paradita en Golden Natural Recreation Area ubicada en la parte derecha de la entrada del mismo, donde empezamos a ver las fantásticas vistas; cruzamos el puente y a la salida hicimos una parada en el Visa Point, el otro mirador en el que paran los turistas para capturar ese momento que a mi desde luego me apasionó. Dejamos el coche y anduve un ratito por él, y pensé ¡qué boba soy, me emociona cruzar un puente! Pero es verdad, me encantaba sentir ese aire al caminar por el emblemático puente con sus elevadas torres que se introducen en el cielo a 227 metros de altura, sus arcos que marcan la entrada a la bahía y todo pintado de brillante color anaranjado-rojizo, el puente Golden Gate es sencillamente increíble.Fue construido en 1937, fue Joseph Strauss ingeniero y constructor de puentes el que convenció cuatro años antes de que se realizara un puente para cruzar la bahía ya que sólo podía realizar en ferry.
El Visa Point además de tener unas vistas privilegiadas del puente, de la ciudad y de la bahía. Allí también os podéis encontrar:
– Blue star memorial Highway: un tributo a las fuerzas armadas de los EEUU
– The Lone Sailor Memorial: una estatua dedicada a la infanteria de la marina, la guardia costera y la marina mercante.
– Compass Rose: comúnmente llamada «rosa de los vientos» es una figura utilizada para mostrar la orientación de los puntos cardinales.
Otros lugares para realizar bonitas fotos son:
-Si queréis fotos del puente con niebla desde el mirador del lado norte las tenéis aseguradas.
– Las fotos de surfistas y voladores de cometas las encontrareis en Crissy Field.
– Fotos desde Cavallo Point. Antes de la construcción del puente, el ejercito estableció Fort Baker como una base militar pero actualmente es un gran número de edificios de estilo neocoloniales transformados en un complejo turístico.
– Desde alguno de los cruceros que se pueden realizar por la bahía.
Nos vamos hacia Sausalito, bonito pueblo con unas preciosas vistas de la ciudad de San Francisco.Este famoso destino se formó de una colonia de artistas y bohemios que se instalaron en casas flotantes durante la II Guerra Mundial. Las casas flotantes se encuentran a las afueras de Sausalito, a unos 3 kilómetros del centro.Hay cerca de 400 casas flotantes por la zona así que es algo que no te puedes perder. En general, son lugares muy tranquilos y los canales en los que se encuentran “amarradas” las viviendas están abiertos a los visitantes, aunque, como es lógico, hay restricciones a la hora de pasar a los muelles que dan acceso a las viviendas. Actualmente es el lugar elegido por famosos y gente que quiere alejarse del ajetreo de la ciudad y disfrutar de este sitio paradisiaco al otro lado de la bahía de San Francisco. Desde aquí se puede ir a Angel Island en ferry, donde podréis hacer bonitas fotos, y también a una localidad menos famosa y más tranquila, Tiburón, donde disfrutamos de unas vistas fantásticas de la bahía, la zona del embarcadero y sus poquitas y exquisitas tiendas. Nos sentamos en uno de los bancos teniendo en frente esa maravillosa ciudad y viendo pasar a patinadores, ciclistas, familias con perros, no se, era como ver una gran peli americana, realmente fue un momento único que sin duda contribuyó a que la zona de San Francisco me apasionara. Cenamos en Lily Kai, está un poco escondido en una laguna al final de la calle principal, comida asiática muy buena y elaborada, con un fantástico servicio, buen precio y con unas vistas únicas.
Comenzamos el día muy temprano en la zona de Missión, cuyo nombre se debe a la sexta misión de California, o la de Francisco de Asís. El barrio en los años 80 se convirtió en el barrio de las reivindicaciones sociales. Es un barrio con gran influencia hispano hablante, con cierto aire colonial, de hecho se le conoce como el barrio latino de la ciudad.Se puede dar una vuelta por las conocidas calles Dolores y calle Valencia, visitar la Misión Dolores, que es la Iglesia que los franciscanos levantaron en 1782 y que es el edificio más viejo de San Francisco y de toda California y también hacer unas fotitos desde el parque situado en una colina entre las calles Dolores y Church y por supuesto que decir de las compras en la zona, son fantásticas. Pero si hubo una cosa que me gustó de este barrio fueron sus maravillosos murales. El barrio es un continuo hervidero de movimientos sociales que luchan por la integración y los derechos de los latinos en EEUU. Estos heredaron la cultura mural que llegó a EEUU en los años 30 de la mano de tres pintores mexicanos: Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. Es resultado es una infinidad de murales a lo largo y ancho del barrio que os dejarán con la boca abierta, como por ejemplo el Callejón Clarion, el Callejón Balmy que alberga la colección más grande de murales de la ciudad y otro que también me encantó fue el mural de Banksy ubicado en el Callejón Sycamore. También hay que decir que murales los vais a ver por toda la ciudad pero esta zona sin duda es un auténtico museo.
Si os gustan los tacos no os perdáis los de El Farolito, son realmente buenos está junto a la estación de Bart. Fuimos bajando hacia el City Hall situado en el espacio abierto del Civic Center, monumento de estilo Beaux Arts siendo la estructura de su cúpula la quinta más grande del mundo. Atravesamos la zona de South of Market parando en Yerbabuena gardens, donde está lal explanada y un conjunto de edificios de reciente construcción donde está ubicado el Museo de Arte Moderno (MOMA) al cual no entramos. Proseguimos el paseo llegando a Union Square, ubicada en el centro de la ciudad, es la zona más comercial, encontrándose los grandes centros comerciales y las tiendas de las grandes marcas. Además podemos encontrar el Banco de California que tiene una fachada espectacular, el Banco de América y la conocida Pirámide Transamérica, que es el rascacielos más alto de la ciudad. Es una zona financiera por lo que existen muchos edificios gubernamentales, edificios de oficinas y un poco más al norte del Transamérica nos encontramos con unos unos edificios de ladrillos totalmente remodelados y adaptados a pequeños apartamentos cuya parte inferior está llena de locales que ofrecen todo tipo de comidas a precios muy asequibles. Continuamos hacia el Embarcadero que no merece la pena ya que no es otra cosa que una gran galería comercial ajardinada con muchas tiendas y restaurantes. Cerca está el “Ferry Building” , una especie de antiguo Pier, reconvertida en un Mercado Gourmet por lo que hay mucha oferta de comida a un precio elevado; al lado hay un mercado donde vendían frutas y hortalizas orgánicas y también comida preparada, ahí es donde están las verdaderas colas para comprar.
Continuamos al barrio chino por su gran puerta llamada Dragon`s Gate donada por Taiwan en el año 1969 y decorada que se encuentra en Grant Avenue cerca de Bush Street. Esa es la zona más turística llena de bazares y tiendas poco agradables, que luego sorprende cuando giras por Stockton St y te pierdes por sus callecitas anexas. Ahí encontramos otro barrio chino, más auténtico, con numerosas tiendas, restaurantes, la iglesia de St. Mary, los templos Tieng Hau y Kong Chow, etc., pero con una marcada huella oriental, y me atrevería a decir que con mucho mejor gusto que en otras ciudades, merece la pena su visita, no así la de Little Italy que sabes que estás en esa zona porque tiene algunos restaurantes italianos. La historia del barrio se puede conocer en la Chinese Historical Society of America, la organización más antigua en Estados Unidos dedicada a preservar el legado cultural chino en el país.
De camino a Coit Tower paramos en la plaza de Washington y en la iglesia de San Pedro y San Pablo, para continuar al tramo de calle situado entre Russian Hill y Hyde Street de la famosa calle Lombard, conocida como la calle más sinuosa de los EEUU, por la que el día anterior habíamos pasado con el coche.
Tras hacer unas fotos nos dirigimos hacia Japantown, es el barrio japonés de la ciudad, es una zona muy tranquila para recorrer sus calles visitando la Plaza de la Paz, la Pagoda de cinco pisos o la Puerta de un templo de la montaña que forma la entrada a una pintoresca calle repleta de casas con estilo japonés, sin duda un lugar para cenar comida japonesa, y de ahí recorrimos la famosa Fillmore Street. Es una zona tranquila donde podes observar la vida cotidiana de la gente de la ciudad y realizar algunas compras, el día acabaría en el Mirador de Twin Peaks, para disfrutar de la silueta de la ciudad.
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