A través de la ruta romántica, sentimiento del viajero…

Desde 1950, el acorde perfecto entre la naturaleza, la cultura y la hospitalidad ha sido el principal distintivo de la Ruta Romántica”.

Así comienzan todos los folletos proporcionados por la Oficina de Turismo alemana cuando solicitas información sobre esta preciosa zona situada al sur del país. Transcurre desde el río Meno hasta los Alpes y su nombre se obtiene de los sentimientos de los viajeros tras visitar y disfrutar de esas preciosas ciudades medievales atrapadas en el tiempo, paisajes que oscilan entre las montañas repletas de senderos recónditos,  castillos de ensueño, en definitiva,  bonitos rincones que brindan al visitante toda la riqueza de la historia, cultura y encanto del país.  Se trata de la ruta turística más popular de Alemania. Tiene una longitud de unos 375 km y enlaza ciudades con cascos antiguos llenos de historia, iglesias, conventos, plazas, palacios y paisajes de ensueños.
La pequeña población de Landsberg am Lech es famosa por albergar la celda en la cual Adolf Hitler, escribió Mi lucha en 1924. 

Hay muchos rincones súper chulos en esa pequeña localidad donde disfrutar de bonitas capturas, desde las encantadoras tiendas de utensilios para la casa, ubicadas en diminutas plazoletas dentro de la zona peatonal,   sus torres y catedrales con una arquitectura muy propia de esta zona, hasta la preciosa imagen de las casas que están en la ladera del río Lech, la cual se puede observar desde el puente, sin dejar atrás las pequeñas cascadas artificiales al otro lado del río. Es una ciudad limpia, bien conservada y muy agradable para pasear, por lo tanto muy recomendable. 


El alma romántica de Baviera es la región de Füssen. Zona de ensueño con bonitos lagos, suaves colinas y majestuosas cimas, donde las tradiciones forman parte de la vida cotidiana de la región. Su casco antiguo invita a pasear por sus románticas calles admirando sus históricas casas aristocráticas que bordean la calle más comercial de la localidad. Esta calle coincide con la antigua ruta romana Vía Claudia Augusta, la cual, fue la mayor de las calzadas romanas que atravesaron los Alpes, comunicando la zona de la desembocadura del río Po y la antigua región de Recia. En la ciudad cabe destacar la antigua Residencia de los príncipes – obispos de Augsburgo (Hohes Schlos), que alberga unas maravillosas pinturas y el Monasterio benedictino de St. Mang que data del siglo IX, donde actualmente se encuentra el Museo del Patrimonio de la ciudad

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Puesto que es una ciudad muy turística por su cercanía al conocido castillo de hadas, está muy bien preparada para los visitantes; además de poseer numerosos alojamientos de diferentes precios, la ciudad ofrece una aplicación en inglés y alemán donde expone doce lugares de interés, la cual puede ser descargada desde iTunes. 
A mí sin duda lo que más me gusta de esa región no es la ciudad en sí misma, sino sus maravillosos alrededores que ofrecen cientos de kilómetros de rutas de senderismo para todos los niveles, además de disponer de unos 1.500 km de carriles bici. 

Lo más conocido de la zona y por lo que se acercan todos los visitantes, es para transitar por el maravilloso Castillo de Neuschwanstein  conocido popularmente como el “Castillo del Rey Loco”  probablemente el mejor ejemplo de castillo de cuento de hadas, de ahí, que sirviera de inspiración para realizar el castillo de Disney. Ubicado en la localidad de Schwangau, a unos cuatro km de Füssen, ofrece además de su fascinante estampa, unas majestuosas dependencias interiores, pero lo que yo destacaría es su idílica ubicación, su entorno es realmente fascinante. La primera vez que fui, fue en verano y sus verdes bosques me fascinaron, cada vez que veo mis antiguas fotos en papel recuerdo la emoción que sentí cuando fotografié el castillo desde su pequeño puente colgante. Pero si bonito es en verano, de ensueño es en invierno, si tuviera que elegir, la imagen del castillo nevado creo que es una de las capturas más bonitas que se pueden realizar. Desde el parking se accede al castillo a través de un bonito paseo que también se puede realizar en carruaje de caballos, pero creo que no merece la pena. Hay varios senderos para acceder así que yo recomiendo subir por uno y bajar por otro, están muy bien señalizados y no hay pérdida. Las visitas son guiadas en alemán o en inglés pero también hay audioguías en español http://www.neuschwanstein.de/spanisch/visitante/index.htm. Perteneciente al monarca Luis II, fue edificado en base a los modelos de los castillos feudales medievales de Alemania.

A poca distancia de esta auténtica maravilla se encuentra el Castillo de Hohenschwangau, menos impactante en su ubicación, pero con un interior realmente majestuoso, fascinante su mobiliario del siglo XIX. Fue construido sobre una antigua fortaleza del siglo XII por el rey Maximiliano II de Baviera.

Muy cerca de los castillos se encuentra la iglesia barroca de St. Coloman. Se cree que el peregrino irlandés descansó aquí en el verano de 1012 en su peregrinación a Tierra Santa. La iglesia como tal no tiene nada para destacar salvo su rica decoración en estuco que cubre techos y paredes, pero su ubicación es maravillosa, se encuentra en mitad del campo teniendo de fondo el Castillo de Neuschwanstein y las preciosas blancas cimas de la montaña. 
La población de Schwangau, conocida como la población de los castillos, está rodeada de cuatro lagos y del Parque Natural de Ammer por lo que cuenta con maravillosas opciones para pasar unos días de ensueño. 

Cerca de  Steingaden se encuentra una de las obras de arte más espectaculares de Baviera, la iglesia de Wies declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1983. Su interior está decorado en un elaborado estilo rococó con trabajo de estuco de la escuela de Wessobrunner. La decoración es increíble, a mi reconozco que este estilo no me gusta mucho porque me parece muy recargado,  pero hay que reconocer que es asombroso.

Tal y como se documentó en su elaboración:
 “Todo lo posible se hizo a través de la iglesia, para hacer lo sobrenatural visible. Esculturas y murales se combinan para revelar lo divino en forma visible”.

Desde este punto y saliéndonos un poco de la Ruta romántica nos acercamos al pueblecito conocido como pueblo de los cuentos ya que las fachadas de sus casas están pintadas con diferentes detalles pero destacan los  episodios de cuentos tan famosos como los de Caperucita Roja o Hansel y Gretel. Oberammergau, también conocido por la obra de teatro que se celebra en mayo “La Pasión de Oberammergau” que representa la muerte y resurrección de Jesucristo. La ciudad se convierte en teatro siendo la obra representada cada diez años desde hace más de 300; representada fundamentalmente por vecinos del pueblo  fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO en 2014. Pasear por este lugar en una auténtica gozada, deleitarse por sus peculiares casas y edificaciones es la tarea principal cuando llegas a este encantador pueblo. Las fachadas de las casas tienen pintadas imágenes conocidas como tromp lòeil (https://es.wikipedia.org/wiki/Trampantojo) que son realmente increíbles. Estas casas también son conocidas como Lüftlmalerei ya que las pinturas lo que hacen es engañar al ojo humano. En cuanto a las escenas que se pueden ver, destacan las religiosas como por ejemplo la fachada de la casa de Poncio Pilatos, pero a mí las que más me gustaron fueron la de los cuentos. 

                   “Es un museo callejero repleto de frescos”

En el pueblo también se puede encontrar la Iglesia de San Pedro y San Pablo coronada por la típica cúpula verde tan vista en las iglesias de Baviera, y por supuesto su interior es de estilo rococó.  Al pasear se pueden encontrar un montón de tiendas con artículos de madera y es que el precioso pueblo es también un enclave popular por la gran pericia de los maestros que tallan la madera

Y nuestra segunda parada fuera de la ruta romántica  fue el Palacio de Linderhof uno de los tres llamados castillos del Rey Loco. El camino desde el pueblo de los cuentos es una auténtica maravilla, en nuestro caso al estar nevado hubo momentos que no sabíamos si íbamos a poder llegar, pero luego la suerte nos favoreció y pudimos disfrutar de este fantástico lugar. Este palacio es el más pequeño de los palacios de Luis II de Baviera donde vivió durante más de siete años.  Fue construido entre 1874 y 1878 sobre un antiguo refugio de caza del padre de Ludwig, en estilo rococó imitando la residencia del Rey Sol por el que sentía gran admiración. Sus interiores están muy recargados y con todo tipo de detalle, me recordaba mucho al palacio de Versalles. No es posible hacer fotos pero en la web oficial se puede hacer un pequeño recorrido por todas sus estancias, tales como las dos  salas de Tapices, la Cámara de Audiencias, el salón de espejos, el dormitorio, etc. (www.linderhof.dePero sin duda lo más espectacular son los jardines con su estanque y varios niveles de terrazas. Al final de los jardines en lo alto se puede encontrar el pequeño templo de Venus. En el otro lado se puede ver la Fuente de Neptuno. Aunque nosotros no pudimos ir por estar todo cubierto de nieve, hay otras dos partes que parece ser que son preciosas que son el Kiosko morisco y la Gruta de Venus.

Volviendo hacia el itinerario que pensábamos realizar por la ruta romántica, volvimos hacia Rottenbuch para visitar su austera  Abadía de Rottenbuch, fundada como monasterio agustino en 1073. La iglesia es de estilo románico, aunque luego fue decorada en el ornamentado estilo. El pequeño pueblo es un remanso de paz, es un buen lugar para realizar rutas de senderismo o idílicas excursiones a través de las estribaciones de los Alpes, aunque yo si os digo la verdad, lo que hice fue meterme en una cervecería a degustar esas maravillosas cervecitas artesanales que proporciona la zona. De ahí continuamos hacia la ciudad medieval de Schongau que fue durante el siglo XIII centro administrativo de la zona. La muralla conservada en su mayoría, data del siglo XIII, se puede pasear por ellas para recorrer sus puntos defendibles y admirar sus cinco puertas. Lo más visitado es su iglesia barroca, aunque yo me quedaría con sus restos medievales.  Continuamos hasta Friedberg, antigua ciudad fundada por el duque Luis II en 1264 de un marcado estilo medieval. Al haber sido un campamento militar romano, podemos encontrarnos restos de dicho campamento y restos de baños públicos del mismo periodo. Aunque lo que más destaca es la fachada del ayuntamiento de estilo renacentista, así como sus dos grandes iglesias barrocas.  

Y de ahí nos acercamos a  una de las ciudades más antiguas de Alemania fundada por el emperador romano Augusto hace más de 2000 años,  Augsburgo. La ciudad tuvo su máximo apogeo a lo largo de los siglos XV y XVI y eso hoy es reflejado en su gran avenida de Maximiliano y en las fachadas renacentistas y barrocas del  palacio Jakob Fugger, junto a las casas señoriales pintadas de colores suaves que se enfrentan las unas a las otras en un espacio ocupado por una carretera empedrada y los cables de los tranvías.Dos imponentes monumentos coronan tanto al norte como al sur de esta gran avenida: El Edificio del Ayuntamiento y la Basílica de Sant Ulrich donde se encuentra el patrón de la ciudad. El ayuntamiento tiene grandes dimensiones, su fachada renacentista se impone junto a la la torre desde la cual se alcanzan las mejores panorámicas de la ciudad. Una de las cosas más destacadas es la sala de reuniones denominada Sala del Oro, por tener sus techos dorados y unas pinturas magníficas que hacen honor a su nombre. Cercana se encuentra la Catedral de Santa María, con una interesante cripta y unas fantásticas vidrieras. 

Pero lo que sin duda más me gustó de la ciudad fue La Fuggerei, la colonia urbana de carácter social más antigua de la mundo. Super bonita la casa de Mozart que nació en 1719 en la casa donde actualmente está su museo. Fue remodelada en el año 2006, muestra pinturas, grabados y litografías del círculo de la familia, pero también instrumentos de música de la época de Mozart, entre los que destaca un piano de cola de Andreas Stein, en el que solían tocar Leopold y Wolfgang Amadeus.

  Un barrio pionero en el mundo

Una de las peculiaridades históricas, arquitectónicas y sobre todo sociales  considerada Patrimonio de la Humanidad se encuentra en Augsburgo. La Fuggerei es una colonia urbana fundada en 1521 creada por Jakob Fugger para dar cobijo a personas necesitadas. Está considerado como el primer asentamiento social del mundo. La colonia está compuesta por 8 callejuelas y 140 viviendas repartidas en 67 casas. Actualmente sigue funcionando con las mismas características con capacidad para 150 personas.
La Fuggerei es un museo viviente donde resulta realmente agradable pasear, asomarse a casa rincón y ver que tras tantos años y acontecimientos históricos la pequeña ciudad permanece levantada aunque por supuesto ha sufrido numerosas reconstrucciones. Es un pequeño núcleo urbano independiente, con sus propia iglesia, murallas y puertas. Los puntos más destacados tal y como se señala en su folleto explicativo, son: 

  • La vivienda modelo en la calle Ochsengasse 51 que muestra la vida actual de los moradores de la ciudad.
  • El búnker de la Segunda Guerra Mundial que expone documentación sobre los destrozos causados durante la misma y su posterior reconstrucción.
  • El museo de la Fuggerei, en la fachada de la casa se halla una placa dedicada al bisabuelo de Mozart que vivió allí durante un tiempo. 
  • La iglesia de San Marcos donde no hay que perderse el relieve funerario de Ulrich Fugger, la pila bautismal de estilo renacentista y el retablo del altar que representa la crucifixión de Cristo.

Y a mi hay cosas que me llamaron la atención como los números góticos que numeran correlativamente las casas y datan de 1519, las puertas que presentan formas muy diversas, los tiradores de campanilla en las entradas de las casa que en su mayoría presentan una forma individual, para que los habitantes las pudieran palabra de noche cuando las calles estaban sin iluminación y por supuesto sus más de cien chimeneas que son denominadas “chimeneas rusas” que sustituyeron a principios del siglo XX a las chimeneas primitivas.

A unos 60 km nos encontramos con la preciosa Harburg situada en el valle del Wörnitz. Esta esquinada ciudad antigua  de aspecto medieval, con sus construcciones entramadas y sus casas con frontón de estilo barroco esconce en lo alto de la colina uno de los castillos mejor conservados del país. La inmaculada fortaleza de tejados naranja es realmente impresionante y sus vistas desde el puente son inmensamente bonitas. Como se dice en la revista Traveler “Se está ante uno de los responsables de que los niños quieran ser caballeros y las niñas princesas”.

Desde ahí nos fuimos hacia otra de esas ciudades medievales con un encanto increíble, ubicada en el centro del Ries. La ciudad se construyó dentro de un cráter durante la Edad Media. Nördlingen conserva el aspecto medieval con muralla plenamente conservada en torno a la ciudad antigua, es la única ciudad alemana donde su muralla se puede circunvalar completamente. El centro histórico está dominado por el emblema de la ciudad, la iglesia de San Jorge de tres naves en tardío estilo gótico con su campanario “Daniel” de 90 metros de altura, desde donde los guardianes que vigilan simbólicamente la ciudad gritan “Todo bien, compañeros, todo bien” cada media hora desde las 22:00 horas, para anunciar que no hay amenazas acercándose a la muralla. Me encantó el contraste de esas murallas con las mansiones renacentistas y barrocas de su interior, desde luego es un lugar que no se puede dejar de visitar. 

Continuamos hacia la localidad que conforme a la opinión de los historiadores tiene un aspecto urbano conservado casi intacto desde hace más de 400 años. Es el arquetipo de ciudad romántica, se encuentra recorrida por el río Wörnitz que le proporciona a su paso una estampa maravillosa formando estanques con variada flora y fauna. Dinkelsbühl fue fortificada por el emperador Enrique V. Cuenta con un entorno idílico y con un gran conjunto monumental medieval que parece perdida en el tiempo.Si sus murallas y torres son fantásticas, más lo es su casco histórico dominado por la iglesia gótica de San Jorge construía a finales del siglo XV donde destaca la gran torre románica del siglo  XIII y su fantástico órgano Vesperbild del siglo XIV. Además podemos encontrar su precioso castillo del siglo XVIII de estilo barroco, el Mercado del vino que es una de las plazas más populares de la ciudad presidida por cinco casas del siglo XVI y sin olvidar su gran ayuntamiento, data del siglo XIV y actualmente alberga la “Casa de la Historia”.

Y como despedida a nuestra precioso itienerario por la ruta romántica ya que no teníamos tiempo para realizarla al completo, decidimos  acercarnos a la preciosa Rothemburg O.D.T, ciudad imperial libre hasta 1803, ubicada en lo alto del valle del Tauber, donde se cruza la Ruta Romántica y la Ruta de los Castillos. El turismo impregna toda la actividad económica de la ciudad, y desde luego no me extraña porque si hay una localidad bonita en esta zona, esa es ésta.

Sus estrechas callejuelas, pequeñas plazas y pintorescos edificios de marcado aspecto medieval ha hecho que sea hasta un escenario para varias producciones de cine como “El enigma de Kaspar Hauser”  o hayan servido de inspiración para Disney en su película de Pinocho. De sus lugares de interés destacaría, su maravilloso centro histórico ya que posee una arquitectura medieval difícil de igualar, con calles adoquinadas y plazas con casas de entramados de madera. Su iglesia en honor a San Jacobo fue construida entre los años 1311 y 1485 posee una característica particular ya que su coro fue construido sobre una de las calles de la ciudad formando un puente. Y si lo que se quiere es hacerse una idea de cómo vivían los artesanos, no hay que perderse la casa de 1270 que muestra en doce estancias los enseres originales de la vida de una familia de artesanos durante la Edad Media. Y por supuesto lo que no se puede nadie ir de la ciudad es sin visitar una de las tantas pastelerías para poder comprar las Schnneebälle que son unas bolas de masa dulce rebozadas en canela, azúcar, coco, chocolate etc., aunque no se sea muy goloso deleitarán a todo el mundo. 

Así que, no sin razón Johann Wolfgang Goethe y Friedrich Schiller escribieron sus dramas ambientándolos en el pasado medieval, como también lo hicieron los hermanos Grimm inspirándose en cuentos que hablaban de castillos feudales y campesinos que veían pasar a las reinas y princesas en carruajes por la aldea de Rothenburg, conformando una auténtica estampa medieval. 

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2 Comentarios

  1. Magnífico post y maravillosa ruta, que he la posibilidad de hacer en parte. Después de leer esta entrada, he descubierto muchos lugares que aún me quedan pendientes de ver en esa preciosa zona de Alemania. Te felicito, Gema.

    • Gema de los Reyes Contestar

      Muchísimas gracias Carlos, como siempre, tan cariñoso con tus palabras, eres un sol. Es un país que me encanta y esta ruta está llena de encantadores pueblecitos que desde luego no te puedes perder, te encantarán. Besazos

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